El lunes se discutirá nuevo plan fiscal
Domingo 22 de mayo de 2011, p. 29
Atenas, 21 de mayo. El primer ministro de Grecia, George Papandreou, descartó una restructuración de la deuda de su país y declinó comentar sobre la posibilidad de un reperfilamiento
moderado, informó este sábado la agencia de noticias estatal Athens.
Un año después del rescate por 110 mil millones de euros (140 mil millones de dólares) de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI), Grecia lucha con flojos ingresos y una profunda recesión, lo que genera especulación de que tendrá que restructurar su deuda para salir del problema fiscal que disparó una crisis en la zona euro.
Por su parte, el diario Kathimerini publicó que los fondos del Estado sólo alcanzan hasta el 18 de julio y si el FMI, la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE) no autorizan un desembolso por 12 mil millones de euros, correspondientes al paquete de ayuda, Grecia irá a la quiebra.
La crisis de Grecia se profundizó el pasado viernes, cuando la calificadora Fitch redujo la evaluación de la deuda del país.
Jean Claude Juncker, presidente del eurogrupo –compuesto por 17 países–, reconoció que Grecia podría tener que dirigirse hacia una restructuración
moderada de su deuda, aunque el BCE se opone a la medida.
Los comentarios de Papandreou se producen dos días antes de una crucial reunión del gabinete para discutir un nuevo plan de consolidación fiscal, que debe ser lo bastante convincente para que la UE y el FMI continúen financiando al país.
Grecia está considerando mayores recortes a los salarios en el sector público y más impuestos, a fin de calificar por más ayuda financiera, señalaron diarios griegos.
Atenas acelerará la puesta en marcha de un amplio programa de privatizaciones de bienes estatales y empresas públicas; el plan prevé mayores cargas impositivas para propiedades inmobiliarias y productos de consumo, incluidos los combustibles; también se anticipan nuevos recortes a los salarios y a las jubilaciones.
Grecia está bajo presión de sus acreedores para realizar más recortes de gastos y privatizaciones, tras decepcionantes cifras del presupuesto para enero-abril, que sugieren que no cumplirá las metas de déficit.