Martes 24 de mayo de 2011, p. 22
Reykiavik, 23 de mayo. Gran Bretaña podría interrumpir sus vuelos este martes en algunas partes del país por la nube de cenizas provocada por la erupción del volcán Grimsvötn en Islandia, pero aclaró que no prevé que se repita el caos del tránsito aéreo del año pasado.
El Grimsvötn sigue expulsando cenizas este lunes y, aunque su actividad disminuyó, Europa teme que pueda ocurrir algo similar a lo del año pasado, cuando la erupción del volcán Eyjafjallajökull obligó al cierre del espacio aéreo europeo durante un mes, forzó a la cancelación de 100 mil vuelos e interrumpió los viajes de 10 millones de pasajeros, a un costo de unos mil 700 millones de dólares en ingresos para la industria.
La Oficina Meteorológica de Gran Bretaña pronostica que el martes la nube de cenizas del volcán Grimsvötn cubriría la República de Irlanda, Irlanda del Norte, partes del norte de Gran Bretaña y Escocia, destino adonde algunas aerolíneas ya suspendieron sus vuelos.
La Autoridad de Aviación Irlandesa dijo que los vuelos desde y hacia Irlanda podrían verse interrumpidos más adelante esta semana, pero que no espera interrupciones dentro de las próximas 48 horas.
La nube puede llegar a Francia y España
Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, adelantó un día su vuelo desde Dublín a Londres para una visita de Estado debido a un reciente cambio en la trayectoria de la columna de ceniza volcánica
, dijo el viceportavoz de de la Casa Blanca, Joesh Earnest.
La organización de tráfico aéreo de Europa estimó que si las emisiones del volcán Grimsvötn continúan al mismo ritmo, la nube de cenizas podría llegar el jueves hasta el espacio aéreo de Francia y España, cuando el presidente francés, Nicolas Sarkozy, espere la visita de Obama y otros líderes del G-8, esta semana.
El principal aeropuerto de Islandia tenía previsto reabrir su tráfico aéreo en las próximas horas, mientras que otras partes de Europa continúaran en alerta.
El Grimsvötn ha lanzado oscuras columnas de humo y cenizas que alcanzaron los 20 kilómetros de alto, pero han disminuido a la mitad. Los científicos dicen que el tipo de ceniza lanzada se dispersa con mayor dificultad y los vientos han sido más favorables que durante el incidente del volcán Eyjafjallajökull el año pasado.