Levantón de un jefe policiaco en Ojuelos, Jalisco, ocasiona persecución por 3 estados
Asesinan en diferentes acciones delictivas en varias entidades a por lo menos 29 personas
Jueves 26 de mayo de 2011, p. 13
Grupos rivales del crimen organizado se enfrentaron a balazos este miércoles en el municipio de Ruiz, Nayarit, lo que dejó como saldo 28 muertos y cuatro heridos, dos de ellos de nacionalidad guatemalteca. En tanto, pistoleros presuntamente miembros de Los Zetas enfrentaron a policías de Jalisco, San Luis Potosí, Aguascalientes y Zacatecas, y escaparon de al menos tres retenes que los uniformados montaron para intentar detenerlos, hechos por los que habrían ocurrido cinco decesos. Asimismo, se documentaron en seis entidades 29 muertes que tendrían relación con la delincuencia organizada.
Dos grupos de sujetos no identificados combatieron con armas largas en Ruiz –norte de Nayarit– al filo de las 17 horas de este miércoles. La batalla ocurrió sobre la carretera federal 15, que une a Nayarit con Sinaloa, donde los combatientes dejaron abandonadas diez camionetas, una de ellas blindada, y miles de casquillos percutidos.
Un total de 18 cadáveres se hallaron dentro de una camioneta de redilas a la altura de la comunidad H. Batallón de San Blas, y diez más quedaron en otros puntos de la carretera. Todos vestían ropa tipo militar y portaban chalecos antibalas. Asimismo, las autoridades confiscaron un número no determinado de armas largas y cortas que quedaron en manos o a un lado de los muertos. La vía estaba cerrada al cierre de esta edición, pues el Servicio Médico Forense no se daba abasto para levantar los cuerpos.
Familias habitantes de Ruiz entraron en pánico por el enfrentamiento, que duró casi una hora y durante el cual, dijeron, se escucharon estruendos constantes, que los testigos creyeron producto de granadas.
Ciudadanos señalaron que los sicarios sobrevivientes del enfrentamiento huyeron por los municipios de Tuxpan y Ruiz, donde robaron vehículos a personas que circulaban en ese momento, principalmente camionetas.
Mientras, una serie de balaceras entre supuestos zetas y policías iniciaron en el municipio de Ojuelos, Jalisco, se extendieron por varios tramos carreteros y brechas del noreste de esa entidad, continuaron por diversas localidades de San Luis Potosí, y concluyeron en Pinos, Zacatecas.
La persecución comenzó cuando presuntos zetas que viajaban a bordo de cuatro camionetas de lujo con blindaje levantaron a César Javier Montes, comandante de la policía municipal de Ojuelos. Huyeron rumbo a Lagos de Moreno, Jalisco, y el primer enfrentamiento con policías de Ojuelos ocurrió antes de salir de la cabecera municipal, cuando uniformados intentaron rescatar a su superior.
Fuentes no oficiales informaron que tres uniformados murieron, y dos civiles que no tendrían que ver en los hechos cayeron abatidos por el fuego cruzado.
Los delincuentes siguieron su huida por un camino de terracería hasta la comunidad 18 de Marzo, donde policías estatales de Jalisco y Aguascalientes montaron un retén. Inició una nueva refriega y los pistoleros huyeron, según las autoridades, gracias a su poder de fuego
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Los maleantes siguieron por brechas y caminos para internarse en territorio de San Luis Potosí. Perseguidos por un convoy de policías de esa entidad, huyeron hacia Zacatecas, hasta el cruce carretero del municipio de Pinos.
Ahí se enfrentaron con policías potosinos y de Zacatecas. De acuerdo con autoridades y vecinos del lugar, éste fue el tiroteo más prolongado.
Los zetas contuvieron a los policías, y en la zona de edificios escolares de ese municipio, de acuerdo con autoridades de Jalisco, cientos de niños y jóvenes fueron resguardados por sus maestros en las aulas, para evitar que cayeran en el fuego cruzado.
Tras casi una hora de enfrentamiento, los zetas abandonaron en Pinos una de las camionetas en las que viajaban y huyeron, internándose en la sierra junto con el policía levantado en Ojuelos.
Ninguna autoridad estatal ofreció una versión oficial sobre el enfrentamiento y persecución. Extraoficialmente se divulgó que en San Luis Potosí se detuvo a policías municipales de Villa de Arriaga, presuntamente miembros de Los Zetas.
En este contexto, se registraron 29 muertes aparentemente relacionadas con la delincuencia organizada, 10 de ellas en Chihuahua, siete en Nuevo León –donde, por la madrugada del miércoles, sujetos armados asaltaron cuatro diferentes casinos en el sector de San Jerónimo y la colonia Miravalle de Monterrey, en los cuales causaron destrozos–, cinco en Sinaloa, cuatro en Jalisco, dos en Guerrero y uno en Baja California.