Trípoli, 28 de mayo. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) volvió a atacar este sábado la capital libia con el objetivo en un almacén del ejército, en lo que representó su primer ataque diurno tras una oleada de cinco noches consecutivas de bombardeos aéreos para derrocar al régimen de Muammar Kadafi.

Una fuente militar libia dijo que hubo pérdidas humanas y materiales como resultado de este bombardeo, mientras que en Bruselas un vocero de las tropas de intervención afirmó que los bombardeos habían estado dirigidos contra un centro de comandancia y control situado en el sector residencial de Kadafi en Bab Al Aziziya, y que destruyeron torres de vigilancia del complejo.

La televisión estatal libia informó que la OTAN atacó también esta madrugada la ciudad de Misda, situada unos 200 kilómetros al sur de Trípoli, donde hubo daños humanos y materiales.

El canal árabe Al Jazeera informó que Gran Bretaña instauró un canal discreto de conversaciones con el gobierno de Kadafi. El ministro libio en funciones del Exterior, Abdulati Obeidi, viajó a la isla tunecina de Yerba para reunirse con los británicos para un intercambio de opiniones, no de una estrategia para una salida de Kadafi. Pero hay disposición a hablar con los rebeldes, dijo Obeidi.

Las potencias occidentales reforzaron en la cumbre del Grupo de los Ocho en Deauville, Francia, la postura de que Kadafi debe abandonar el poder. Por primera vez Rusia se alineó con ellos por conducto del presidente Dimitri Medvediev, quien afirmó que Kadafi ha perdido toda legitimidad y el mundo ya no lo considera líder libio, y ofreció a sus socios su mediación en el conflicto.

Esta ”nueva posición” de Rusia, que hasta ahora había estado denunciado a la OTAN de estar violando la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas con sus bombardeos porque buscan derrocar a Kadafi, fue celebrada en Bengasi por el Consejo Nacional de Transición, el órgano político de la rebelión libia.

Sin embargo, en Trípoli esa noticia fue minimizada por el viceministro de Relaciones Exteriores, Jaled Kaaim, quien dijo que su país no aceptará ninguna mediación que margine el plan de paz de la Unión Africana, por lo que cualquier plan al respecto será rechazado, incluso por Moscú.

Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña se comprometieron a terminar el trabajo en Libia. Franceses y británicos dijeron que enviarán helicópteros de combate capaces de atacar de forma más precisa a las fuerzas leales libias.