Les imputaban asesinato de comandante policial de Juárez
Pandilleros provocan riña en el penal y los agreden con arma blanca
Lunes 30 de mayo de 2011, p. 18
Ciudad Juárez, Chih., 29 de mayo. Miguel Márquez Estrada y Jesús Adrián Ramírez Hernández, acusados por la Policía Federal de ser sicarios del cártel de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, murieron la noche del sábado en el Centro de Readaptación Social (Cereso) municipal, donde se les agredió con arma blanca.
Al momento del doble homicidio, alrededor de 50 miembros de las familias de fallecidos protestaban en diversos sitios de Ciudad Juárez para exigir la libertad de Miguel y Jesús Adrián, a quienes se imputó la muerte del comandante de la policía municipal José Manuel Rivas López, el miércoles pasado, afuera de su casa.
Otros dos detenidos como sospechosos del crimen del jefe policiaco, Miguel Hernández Hernández, El Negro, y Luis Lorenzo Irigoya, El Richie, fueron rescatados por custodios cuando estaban a punto de ser agredidos por los reos, informó el portavoz del Cereso, Héctor Conde.
El ataque contra Márquez Estrada y Ramírez Hernández, ambos de 23 años de edad, ocurrió cerca de las 19:30 horas del sábado, en el área llamada prisión preventiva, que cuenta con celdas utilizadas exclusivamente para recluir a internos de nuevo ingreso, mientras se les realiza un estudio criminológico que permita clasificarlos, y determinar la habitación en la que serán internados en definitiva.
A las 17 horas del sábado, la autoridad estatal trasladó a Miguel y a Jesús Adrián al penal municipal desde las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, después de que un juezles dictó auto de formal prisión, al encontrar elementos suficientes para presumir la participación de ambos en el homicidio de José Manuel Rivas.
En el área de prisión preventiva ingresaron varios pandilleros y provocaron una riña, causando la muerte a Miguel Márquez y Jesús Adrián Ramírez, esto fue en el momento que ingresaron
, señaló el portavoz.
Familiares de los dos jóvenes arrestados por la Policía Federal, como parte de los presuntos ejecutores del comandante de la policía municipal protestaron la mañana del sábado en la audiencia pública municipal, y pidieron al presidente municipal, Héctor Murguía Lardizábal, que intervenga. Consideraron que Miguel y Jesús Adrián son chivos expiatorios, no así un tercer detenido al que no le pasó nada
.
Murguía Lardizábal les dijo los apoyo
, pero también manifestó que nada tenía que ver en el asunto que le exponían.