El sistema nacional de salud debe deshacerse de los mitos y tabúes que han obstaculizado la participación de la iniciativa privada en la dispensación de medicamentos. Es evidente que las estrategias para terminar con el desabasto en las instituciones públicas no han funcionado, advirtió Pablo Escandón Cusi, director de la empresa distribuidora Nadro.

Resaltó que la experiencia de distribuidores y farmacias privadas es contundente en cuanto a su efectividad en la materia y podríamos en un día estar a la altura de los requerimientos de las autoridades, dijo luego de participar en el Congreso Nacional de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm).

En entrevista, el empresario aseguró que a pesar del aumento en la cobertura de salud, con el Seguro Popular, para las personas que carecen de acceso a la seguridad social, las farmacias privadas no han sido afectadas en su volumen de ventas. Y es que, apuntó, es frecuente que se prefiera acudir con el médico privado y comprar las medicinas.

De cualquier manera, advirtió sobre la necesidad de que los establecimientos privados se modernicen y exploren nuevas alternativas de mercado, una de las cuales es el sector de los productos de higiene y cosméticos, que va en aumento.

Antes, Óscar Zavala Martínez, presidente de Unefarm, señaló la necesidad de que el sector de las farmacias cuente con alguna representación en el Poder Legislativo, a fin de poder hacerse escuchar en sus demandas, pues hasta hoy prevalece la falta de comunicación y cooperación con los gobiernos federal, estatales y municipales.

Nadro es una de las empresas distribuidoras de medicamentos en el sector privado más importantes del país. Ocupa entre 20 y 25 por ciento del mercado y tiene una cobertura nacional. Al participar en la sesión del congreso de Unefarm, Escandón Cusi comentó sobre los retos que enfrenta el sector, como cumplir con los cambios regulatorios que buscan ordenar la dispensación de medicinas y reducir los riesgos sanitarios. Otro tema sin resolver es el de las caducidades. No existe hasta ahora un mecanismo seguro y eficaz para asegurar los productos cuya fecha de vigencia haya concluido.

Esto representa un riesgo sanitario que se puede evitar con un sistema de flujo en reversa, que permita a las farmacias devolver los medicamentos caducos a los distribuidores y a los fabricantes, indicó.

Respecto de la participación de la iniciativa privada en los servicios públicos de salud, el director de Nadro señaló que las autoridades tendrían que reconocer que es un factor importante y complementario para garantizar el acceso a la salud de los mexicanos. Muchas veces las farmacias privadas son la única opción de atención médica en las comunidades, advirtió.