Se deben reducir los casos en que intervengan las fuerzas armadas
Lunes 18 de julio de 2011, p. 4
La reforma a Ley de Seguridad Nacional es de alta prioridad
para fortalecer la actuación de las instituciones de seguridad en el país, entre ellas principalmente el Ejército y la Marina, pero también el Centro de Investigación y Seguridad Nacional, al dotarlos de un marco jurídico acorde a la realidad que vive el país, sostuvo ayer el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.
El funcionario defendió por qué es conveniente reformar esa ley, y expuso que el objetivo es poner reglas claras para que el presidente de la República ejerza su atribución constitucional para disponer de las fuerzas armadas.
El funcionario explicó que la iniciativa busca definir con precisión las condiciones en que los estados soliciten el auxilio de la Federación para atender afectaciones a su seguridad interior.
Otro de los objetivos de la reforma a que hizo referencia Blake es que se buscar limitar en tiempo y espacio la intervención de la Federación y de las fuerzas armadas, así como reducir los casos en que pueden intervenir, a partir de la emisión de una declaratoria formal del Presidente en el combate al crimen organizado o a otros obstáculos a la seguridad interior
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Blake indicó que la reforma propone además generar instrumentos para garantizar el respeto y protección a los derechos humanos y a sus garantías en el marco de afectaciones a la seguridad interior, fortaleciendo el control del Poder Legislativo a través de la comisión bicamaral de Seguridad Nacional
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En opinión del titular de Gobernación, con esta iniciativa para cuyo análisis se ha pedido un periodo extraordinario de sesiones en el Congreso, se podrían establecer, como nunca antes, atribuciones expresas y límites concretos para la actuación de las fuerzas armadas, las cuales tienen su papel en la preservación de la seguridad interior, pero quedaría clarificado que están impedidas de intervenir en movimientos políticos, sociales, sindicales o electorales.
Es decir, se tendría una mayor eficacia en la actuación del Ejército, al tiempo que se podría fortalecer la defensa de los derechos humanos, señaló.