Lunes 18 de julio de 2011, p. 4
El poeta Javier Sicilia, quien encabeza el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, en conferencia de prensa reconoció ayer el trabajo de la coadyuvancia y de la Procuraduría General de la República (PGR) en el esclarecimiento del asesinato de su hijo, Juan Francisco, y de seis de sus amigos, pero lamentó que su caso haya sido de excepción. Exigió que del mismo modo sean resueltos los presentados el 8 de mayo en el Zócalo de la ciudad de México, y los 20 que se le entregaron al presidente Felipe Calderón en el Castillo de Chapultepec.
Sicilia destacó que cuando las procuradurías se deciden, pueden hacer bien su trabajo, pero también es una muestra de que es un caso de excepción, y eso es terrible. No podemos seguir teniendo casos de excepción en la procuración de justicia; debemos ser todos iguales, y no podemos estar movilizándonos para que las autoridades hagan su trabajo
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Insistió en que el Estado debe tratar por igual a todos los ciudadanos y hacer justicia a todas las víctimas
, pero recordó: tenemos que hacer conciencia de que si no presionamos como sociedad a las autoridades, van a mantenerse como hasta hoy, en que sólo 2 por ciento de los casos se resuelven
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También hizo un llamado al Poder Judicial, del que, dijo, ha sido muy ominosa su actuación, para que cumpla con su trabajo, que nos demuestre que son eficientes y se haga justicia pronta y con apego a la ley
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Durante la conferencia, el abogado de la coadyuvancia, Julio Hernández, hizo una breve reseña de cómo ocurrieron los hechos: “el 27 de marzo pasado se quedaron de ver los siete jóvenes en el restaurante bar La Rana Cruda, donde seis de ellos habían comido y platicado. Juan Francisco llega a las 9 de la noche y de ahí se dirigen al bar Obsesión.
“Iban a bordo de tres vehículos, al parecer para reclamar en la entrada del bar que días antes habían sufrido el robo de una cámara y un celular. Al llegar al bar, le refieren al cadenero el robo, y al calor de la discusión alguno de los meseros da aviso a una persona aparentemente ligada con el cártel del Pacífico Sur; esta persona desenfunda su arma, sale y amaga a las siete personas, las introduce en el bar; ahí son despojados de sus carteras y pertenencias. Cuando llega el gerente del bar, Alejandro Manuel Martínez, y ve este escenario, llama a Julio de Jesús El Negro Radilla y les pide que cuiden el bar.
El gerente teme que haya represalias al bar, les dice que viene gente importante, les ofrece la cantidad de 300 mil pesos más automóviles de su propiedad. Entonces las víctimas son trasladadas en varios vehículos a una casa de seguridad en Jiutepec, Morelos, lugar donde les ponen vendas y cintas en la cabeza, provocándoles asfixia y la muerte por sofocación, a todas las víctimas, excepto Alvaro Jaime Avelar, a quien además torturaron y golpearon antes de privarlo de la vida
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La coadyuvancia resaltó: este caso prueba que cuando la ciudadanía exige, las autoridades trabajan, y aquí sorprende la rapidez con que la autoridad desarrolló la investigación, culminando con la detención de casi todos los implicados en el crimen
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El abogado Hernández, destacó esta coadyuvancia, reconoce a la PGR; a su titular, Marisela Morales, y a Ignacio Peralta, fiscal de este caso, por la manera en que se han conducido. Quisiéramos que no fuera sorpresa esta investigación, sino que fuera la constante; esto tendría la disminución de la impunidad y del delito, y las personas retomarían la confianza en las instituciones
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El abogado dio a conocer que los detenidos están acusados de delitos contra la salud, delincuencia organizada, privación de la libertad en su modalidad de secuestro, homicidio calificado, posesión de vehículo robado y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército
Acompañaron a Sicilia otros dos padres cuyos hijos fueron asesinados junto con Juan Francisco, quienes también se dijeron satisfechos con la investigación de la PGR y demandaron que este modo de actuar en las investigaciones, rápido, no sea una excepción, sino la constante
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