Washington, 20 de julio. Arizona puso hoy en marcha una página web en la que pide donaciones privadas para completar la valla fronteriza que separa su territorio de México, en una nueva y polémica iniciativa de este estado considerado pionero en las medidas más duras –y controvertidas– contra la migración.

¿Parece esto una frontera segura?, se pregunta la página www.buildtheborderfence.com en su inicio, mostrando una fotografía de un tramo desértico de la frontera atravesado por una alambrada destruida en partes significativas.

Una de las amenazas más graves que afronta Estados Unidos hoy en día es la falta de seguridad a lo largo de la frontera con México, sostiene en la web el senador local Steve Smith, autor de la iniciativa implementada con la ley estatal SB1406, que entra en vigor este miércoles.

“Las consecuencias de esta falta de seguridad han permitido una invasión sin precedentes de cárteles de drogas, bandas violentas, unos 20 millones de migrantes ilegales y hasta terroristas”, agrega Smith en su mensaje alentando las donaciones.

En la página, cuyo nombre literalmente significa construir la valla fronteriza, ciudadanos privados, empresas y corporaciones de todo el país pueden hacer su aportación, que irá a un fondo fiduciario administrado por el Departamento del Tesoro de Arizona y dedicado íntegramente a la construcción de la valla.

Para reducir costos, el senador asegura que en la construcción de la valla se usará a prisioneros de las cárceles del estado.

Según el diario The New York Times, unos 130 de los en total 624 kilómetros de frontera de Arizona con México siguen sin contar con una valla divisoria.

Completar su construcción costará unos 50 millones de dólares, estima el rotativo, que duda de la capacidad de esta iniciativa para recolectar fondos.

No es la primera vez que Arizona apela a donaciones privadas para financiar una de sus controvertidas iniciativas. El año pasado, la gobernadora Jan Brewer abrió una página para financiar el costo legal de defender su polémica ley SB 1070, que desató una oleada de protestas nacionales e internacionales por su carácter discriminatorio ya que, entre otros, criminalizaba la migración.