La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) entregará a sus padres a las tres adolescentes que la madrugada del jueves escaparon del internado Hermanas de María, Villa de las Niñas, ubicado en el municipio de Chalco, estado de México, por supuestos malos tratos, según dijeron a los policías preventivos que las encontraron en las inmediaciones de la Terminal de Autobuses del Norte.

Sin embargo, luego de más de 24 horas de los hechos, las menores terminaron por confesar ante el Ministerio Público que nunca fueron maltratadas y que decidieron huir del lugar porque extrañaban a sus mamás y no les gusta hacer el quehacer.

Autoridades de la PGJDF señalaron que dos de las menores son originarias de Sinaloa –y no de Sonora, como se dijo en un principio– y una más del estado de México, en el caso de esta última, ya se estableció contacto con los padres. En tanto, permanecen en el albergue temporal de la dependencia.

Las fuentes consultadas señalaron que luego de haber sido puestas a disposición de la agencia 59 especializada en asuntos del menor, las jóvenes fueron atendidas conforme al protocolo para niños y niñas, el cual consiste en darles confianza de que se encuentran en un lugar seguro, además de que se les hicieron estudios médicos para verificar si fueron víctimas de algún tipo de maltrato.

Los resultados de las valoraciones médicas revelaron que las menores no tenían ningún golpe o secuela de abusos físicos y que se encontraban en buen estado de salud, además de que las jóvenes en todo momento fueron atendidas por trabajadoras sociales y un abogado victimal.

Ayer, de manera individual, las adolescentes declararon ante el Ministerio Público (MP). En los tres casos coincidieron en que ingresaron el pasado 31 de julio a la citada institución (que se mantiene de benefactores), y que fueron llevadas allí por sus padres con el propósito de que pudieran continuar sus estudios, ya que por ser de escasos recursos, no podían sufragar esos gastos.

La Villa de las Niñas, según se informó, atiende a menores del sexo femenino donde se les proporciona comida, techo, estudios, así como talleres de diversos oficios. Como parte del reglamento las niñas deben realizar el aseo de las instalaciones.

En ese tenor las jóvenes, de 15, 14 y 13 años de edad, manifestaron que a ellas les tocaba barrer y trapear parte de las instalaciones del albergue, pero como no lo hacían bien, les decían que lo tenían que volver hacer, y reconocieron que en ningún momento fueron maltratadas por el personal docente o los encargados de la casa hogar, según se explicó en la PGJDF.

Las menores se pusieron de acuerdo y alrededor de las dos de la mañana del jueves salieron por las ventanas de su dormitorio y luego se saltaron el portón del internado y caminaron hasta la carretera, donde luego de ser recogidas por un automovilista y recibir la ayuda económica de algunas personas llegaron a la Terminal de Autobuses del Norte, donde pretendían tomar un autobús a Sinaloa.