Susupuato, Mich. 5 de agosto. Al entregar un tramo carretero en esta entidad, complicada por la inseguridad, el presidente Felipe Calderón sostuvo: Mientras más violentos sean los criminales y más se metan con la gente intimidándola, amenazándola o secuestrándola, más duro tenemos que enfrentarlos porque no vamos a permitir que pretendan apoderarse de nuestras comunidades, de nuestras familias.

En su segundo día de gira por el estado que aspira a gobernar su hermana Luisa María, Calderón hizo entregas de obras, anunció la intensificación de algunos programas y renovó promesas a los michoacanos.

Calderón encabezó su séptimo acto en solo dos días en la entidad que elegirá gobernador, Congreso y alcaldías en noviembre próximo y escuchó una segunda convocatoria de su mandatario, Leonel Godoy, para apuntalar la tranquilidad de los comicios. El mandatario local perredista dijo que frente a la pretensión ciudadana de participar, los gobiernos deben asumir un compromiso para abonar a un buen clima electoral.

En el acto celebrado en un paraje entre Susupuato y Copándaro, Calderón no acusó recibo de la alusión al proceso electoral y sólo se refirió a la entrega del camino a una de las zonas más marginadas del estado, donde hay presencia de organizaciones delictivas. Fue en este contexto en el que aludió por primera vez –solo lo había hecho brevemente vía Twitter el martes pasado– a la desaparición de nueve encuestadores de las empresas Consulta Mitofsky y Parametría.

No podemos permitir que sigan pasando estas cosas. Nuestras carreteras, nuestras comunidades, nuestros pueblos son nuestros, no de los criminales. Tienen que entender (los delincuentes) que exigimos respeto para la gente y tenemos que hacer valer ese respeto mediante la fuerza pública, dijo sin hacer referencia a la nueva desaparición de trabajadores en Michoacán, esta vez repartidores de Sección Amarilla. Habló que la respuesta del Estado –entendiéndolo por los tres niveles de gobierno– debe ser más fuerte ante la actividad delictiva.

Contra la deforestación

Muy temprano, en la zona arqueológica de Tzintzuntzan, Calderón había anunciado nuevas inversiones destinadas a acelerar la recuperación de la cuenca del lago de Pátzcuaro pues si bien, dijo, el programa que inició en 2008 ha comenzado a dejar algunos frutos, el deterioro ambiental sigue, en parte, por la permanente tala de bosques y la descarga de aguas residuales sin tratamiento al lago.

Por ello anunció la inversión de 600 millones de pesos para acelerar el programa de rescate de la zona; más del doble –dijo– de los 272 millones que se le han destinado desde que fue instrumentado, en 2008. Ofreció que se canalizarán 150 millones de pesos dirigidos a la reforestación de la zona, una cantidad similar para adquirir y operar nuevas plantas de tratamiento de aguas residuales y 300 millones de pesos adicionales para el dragado del lago de Pátzcuaro.

Calderón reconoció que lamentablemente persiste la tala de árboles pero matizó refiriendo que se le ha comenzado a combatir. Citó el ejemplo de la reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca que, hacia 2003-2004 –pico de deforestación de esa región– perdía anualmente 400 hectáreas de bosques y en la actualidad, según los organismos nacionales e internacionales que la monitorean, en el año reciente se perdió solo media hectárea.

En este contexto, señaló que se aplicará un programa de incentivos a los propietarios de tierra con vocación forestal para que cambien el destino actual que le dan a sus terrenos –siembra de maíz, mencionó– para que lo conviertan en zona boscosa y cuiden los árboles que se siembren, a cambio de una cantidad de dinero.

Cobertura universal de salud

Posteriormente, el Presidente se trasladó a Jojutla, Morelos, donde conjuntamente con el gobernador, Marco Adame, anunció que esa entidad es la cuarta en alcanzar la cobertura universal de salud en todo el país. Calderón hizo entrega de la póliza 912 mil 503 del Seguro Popular en la entidad, logrando lo que calificó como una hazaña en uno de los estados con mayores índices de pobreza y marginación del país.

Adame dijo que al inicio de la administracion en la entidad sólo 318 mil personas contaban con Seguro Popular. Esto implicaba un costo de 42 millones de pesos, que para 2011 se ha elevado a 118 millones de pesos; es decir, la cobertura de dicho programa creció en 270 por ciento en cuanto a afiliados al programa y en 281 por ciento en el presupuesto asignado.