Nicosia, 10 de agosto. Chipre puede convertirse en el cuarto país en necesitar un programa de rescate de sus socios de la eurozona, según la agencia calificadora Fitch, que rebajó este miércoles dos peldaños la nota crediticia de esta pequeña isla del Mediterráneo.

Fitch degradó a BBB la nota de la deuda chipriota, colocándola además en perspectiva negativa, y explicó que esa decisión refleja el descontrol fiscal del país, que ya no podrá acceder a los mercados internacionales para financiar su deuda.

En las actuales condiciones de mercado, Fitch piensa que el gobierno chipriota no podrá cumplir con sus vencimientos sin una asistencia oficial externa, indicó la agencia en un comunicado. Esa fórmula, según explicó uno de sus analistas contactado por teléfono, se refiere a la necesidad de un plan de rescate europeo.

Chipre se convertiría en el cuarto de los 17 países de la Eurozona obligados a solicitar ese tipo de ayuda desde el estallido de la crisis financiera mundial en 2007, después de Grecia (en dos ocasiones), Irlanda y Portugal.

A finales de julio, las otras dos agencias, Standard and Poor’s y Moody’s, rebajaron la calificación de la deuda chipriota a Baa1 y a BBB+, respectivamente, y en ambos casos la colocaron en perspectiva negativa, lo cual supone próximas degradaciones.

Según Fitch, Chipre, un país de 770 mil habitantes, necesitará captar mil 100 millones de euros antes de finales de 2011 y mil 200 millones entre enero y febrero de 2012.