o será la primera ni la última vez que Benedicto XVI visite España. Le profesa un amor febril a las tierras de la antigua Hispania. En ellas se cometieron dos grandes genocidios en nombre de la cruz. Se expulsó a moros y judíos en el siglo XV y XVI. Hoy, poco queda de este pasado glorioso
de la inquisición. Las encuestas destapan una realidad nada halagüeña para la Iglesia católica en España. Sólo 27 por ciento de los españoles declara ser católico practicante. Y su número disminuye uno por ciento cada año. Si buscásemos una explicación a esta caída, una respuesta estaría en la incongruencia entre el decir y el hacer de las instituciones eclesiásticas. El Vaticano mantiene en sus filas a sacerdotes pederastas, capellanes cómplices de torturas y protege a criminales y violadores como Marcial Maciel, creador de los Legionarios de Cristo. Miente y levanta falsos testimonios. Y su fortuna, in crecento, gracias a las donaciones
testamentarias de viudas ricas. Estas actuaciones les resta credibilidad. Aún así, en España, la católica es la religión con más adeptos. Sea esta la razón por la cual, el poder político, se muestra timorato y le otorga privilegios que vulneran la Carta Magna.
Mientras la Constitución reza en su artículo 16.3 ninguna confesión tendrá el carácter estatal
, la única religión que goza de un programa en la parrilla de la televisión pública es la católica. Todos los domingos, la pantalla muta en púlpito para trasmitir una misa en directo y hacer proselitismo, emitiendo Pueblo de Dios. Pero los poderes públicos no se muestran contundentes y ceden a todas las demandas de la Iglesia, comenzando por mantener vigente el acuerdo firmado en 1979. Resulta lacerante que en los colegios públicos la asignatura de religión sea dirigida por el episcopado, que nombra y despide a los profesores a costa del erario público. En más de una ocasión, ha rescindido el contrato cuando el profesor o profesora no sigue las pautas del buen católico. Es decir tramita el divorcio o vive en concubinato. Por acuerdo expreso de nuestro Poder Legislativo, los sacerdotes están incorporados en el régimen general de la seguridad social. Un premio al trabajo de adoctrinamiento. Así, los pastores de la Iglesia católica pueden lanzar diatribas contra las ovejas negras del rebaño. Condenan al fuego eterno a los homosexuales, libertinos, putas, abortistas, enfermos de sida, apóstatas, ateos y agnósticos. Ellos arderán en el infierno. Pero volvamos al principio: el papa Benedicto XVI llega a España para bendecir la celebración del Encuentro Mundial de la Juventud. Título al cual se sustrae el adjetivo de Católica
. Un buen momento para rescatar uno de los 10 mandamientos, la mentira.
Con trato de jefe de Estado, el gobierno de Rodriguez Zapatero, destinará, a una visita privada, la friolera de 25 millones de euros entre seguridad, transporte oficial, alojamiento a su séquito y cubrir la estancia informativamente. Para la ocasión, serán 6 mil 500 policías y guardia civiles, 4 mil policías municipales quienes vigilen al santo padre. Por su parte, el servicio de emergencias, en un alarde de cosmopolitismo, tendrá un servicio multilingüe en 80 idiomas. Y el ayuntamiento, en colaboración con el delegado del gobierno en Madrid, cortará calles, impidiendo el tráfico rodado durante cinco días. Entre otras, el Paseo del Prado, una de las arterias más importantes de Madrid. Igualmente, facilitará los terrenos del Parque del Retiro para la instalación de 200 confesionarios móviles y 68 stands para vender recuerdos, estampitas, ceniceros, copas, llaveros, etcétera. Pero lo más destacado, por si los madrileños no queremos que con dinero público se financie una visita privada, el obispado de Madrid, Televisión Española y Telemadrid han firmado un acuerdo para garantizar la producción y difusión de todos los actos institucionales y religiosos en riguroso directo. Así, Televisión Española ofrecerá con medios propios y gratuitamente la llegada del papa a Barajas, las audiencias en la nunciatura, la misa en la catedral, la visita al centro de discapacitados de San Juan de Dios, la vigilia y la misa en Cuatro Vientos, esta última emitida en alta definición, además del encuentro con los voluntarios y su despedida en el aeropuerto. Por su parte, Telemadrid se ocupará de la misa de apertura, el recorrido por las calles de la ciudad, el acto de bienvenida del alcalde al ayuntamiento y el encuentro con jóvenes religiosos en El Escorial y el vía crucis en Cibeles-Colon. Además el acuerdo contempla la cesión gratis de la señal institucional a las cadenas privadas. Un verdadero chollo a costa del dinero público.
Pero la cosa no acaba aquí. Gracias al sentido filantrópico del gobierno central y la comunidad autónoma de Madrid, las instalaciones públicas, institutos y colegios primarios serán cedidas sin coste para que los miembros de la secta puedan dormir y rezar a gusto mientras duren las actividades. Asimismo, la Iglesia ha creado una fundación privada ex profeso, de nombre Madrid Vivo, donde se reúne la flor y nata de los empresarios. Su presidente de honor es el cardenal Rouco Varela, protector de pederastas y martillo de homosexuales. Le siguen en el consejo rector Emilio Botín, presidente del Banco Santander; Iñigo Oriol, ex presidente de Iberdrola; Gerardo Diez Ferrán, ex presidente de la patronal, hoy imputado de robo, fraude y malversación de fondos; Francisco González, del BBVA; Isidoro Faine, en representación de La Caixa; César Alierta, de Telefónica; Borja Prado, de Endesa; Baldomero Falcones, de Fomento de Construcciones y Contratas; Juan Abelló, de Sacyr, o Salvador Santos Campano, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid. En esta lista encontramos a los directivos de medios de comunicación adscritos a la mentira y vulneración de la ética periodística: Santiago Ybarra, Vocento; Catalina Luca de Tena, ABC; Alfonso Coronel (COPE) y Julio Ariza, Intereconomía. Sorprende que esta fundación, cuyo aporte se tasa en 25 millones de euros, podrá, gracias a otro acuerdo con Hacienda, desgravar hasta 80 por ciento de lo aportado.
En este cuadro obsceno, todo está preparado para la liturgia. Catorce mil sacerdotes concelebrarán la misa del Papa y 800 obispos darán sesiones de catequesis. Para saciar el hambre del espíritu 15 mil miembros del club de abuelos
distribuirán, al peso, un total de siete toneladas de rosarios, fabricados para la ocasión. No faltan los bordados de 14 mil mitras, casullas y albas. Y para amenizar las esperas actuará un coro y orquesta compuesto por 700 personas. Y si hay hambre, la asociación de mayoristas del mercado central de Madrid ha donado ocho toneladas de frutas. Con tanto amor y entrega, Benedicto XVI rebosa alegría. Su gira por Madrid le traerá pingües beneficios en la evangelización de almas descarriadas, y podrá campar a sus anchas. Así, podrá escupir y reírse a la cara del gobierno y el pueblo laico de Madrid. Su discurso contra el Estado aconfesional, los valores laicos o el matrimonio homosexual son el eje de discurso y marcan su apostolado. En Madrid, el Papa nazi será agasajado por un poder político sumiso y entregado. ¡Cobardes!