El presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Alejandro Luna Ramos, justificó la resolución de este órgano que en 2006 avaló el proceso que llevó a Felipe Calderón a la Presidencia de la República.

Nunca hemos abonado ningún fraude. La elección (de 2006) se desarrolló con base en las normas jurídicas que reinaban en ese momento, expresó.

Tras encabezar su primer acto como presidente del TEPJF –cargo que ocupa desde el miércoles pasado–, respondió algunas preguntas de los reporteros relacionadas con las herramientas con que cuenta el máximo tribunal del país para calificar la elección presidencial de 2012.

Luna Ramos es el único magistrado en funciones de la sala superior que participó en aquella sesión del 5 de septiembre cuando, por unanimidad, el tribunal concluyó que sí hubo diversas irregularidades en el proceso, en especial por la indebida intervención del presidente Vicente Fox.

Sin embargo, determinó que dichas faltas no fueron de la gravedad requerida para invalidar la elección presidencial.

En aquella sesión, el ahora presidente del TEPJF dijo que los magistrados se constriñeron a calificar la elección con estricto apego a la ley, y dejó en claro que, en todo caso, son otros poderes los que fijan las normas y el tribunal se limita a acatarlas.

Libertad de expresión

Un contexto similar evocó este viernes, al indicar que atenderán más fortalecidos el compromiso de 2012, con una reforma electoral (aprobada en 2007 y 2008) que considera diversos factores, en especial lo relacionado con la comunicación política y los alcances de la libertad de expresión.

Rechazó también que ante el cúmulo de casos que resuelven cada año, los magistrados hayan estado o estén sometidos a la presión de los partidos políticos. Espero que nunca hayamos estado sometidos a eso (presión del PRI y del PAN), pero definitivamente nunca lo estaremos; hoy menos que nunca.

En la primera entrevista colectiva que concedió como presidente del TEPJF, una reportera le planteó:

–Aunque ya casi son seis años, aún permanece el fantasma de 2006 y la intervención del Ejecutivo federal y de otros actores. ¿En esta ocasión el tribunal electoral tendrá mano dura conforme a la ley para evitar la intervención de actores políticos, como el Presidente, empresarios y los mismos participantes, para evitar que haya riesgos en la elección federal de 2012?

–Tenemos mejores armas jurídicas para afrontar este compromiso; las reformas que se efectuaron con posterioridad a la elección nos dan una herramienta mucho mejor; todavía nos faltan algunas, que espero se puedan desenvolver, desarrollar y desahogar antes de la próxima elección, que nos darán mayor fortaleza.

En 2006, el TEPJF ordenó el recuento de sufragios en 10 mil 873 casillas, aunque la coalición Por el Bien de Todos, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, exigía el voto por voto, casilla por casilla.

–Se dice que usted avaló el fraude de 2006 –le dijo otro reportero.

–Nunca hemos avalado ningún fraude. La elección se desarrolló conforme a las normas jurídicas que reinaban en ese momento…Ahora es nuestro deber cuidar que ese juego sea limpio, dentro de las normas –aseveró.

En el caso de las estrategias que utilicen los contendientes, identificadas como juego o guerra sucia, Luna Ramos dejó en claro que la libertad de expresión se limitará a lo que establece la ley.

Habrá que darle sus matices (a la libertad de expresión) y limitarla a lo que marca la ley. Si estamos hablando de otro tipo de juego sucio, eso ya es salirse del marco legal, y quien lo haga tendrá que sufrir las consecuencias de ello, dijo.

Antes, durante la entrega de reconocimientos, Luna Ramos dijo que este tribunal contribuye al enriquecimiento de la cultura jurídica nacional y a la formación de posibles futuros funcionarios judiciales electorales.

Luna Ramos entregó de 292 diplomas de la primera generación de la especialidad en justicia electoral virtual con reconocimiento oficial de la SEP.