El músico elevó al máximo el nivel del Festival Internacional Afrocaribeño
Los ritmos de Diamano Coura West Africam hicieron olvidar al público una desatinada presentación
Entregaron reconocimiento a Combo Ninguno por 30 años de trayectoria
Lunes 15 de agosto de 2011, p. a13
Veracruz, Ver., 14 de agosto. Los múltiples ritmos, las mil y una coreografías y la triple vitalidad de Diamano Coura West Africam agujerearon las hostilidades de la tercera jornada de la 17 edición del Festival Internacional Afrocaribeño, en el que también participó, en estricto orden de presentación, la probada capacidad de la banda local Combo Ninguno, así como la maestría musical del neoyorquino de ascendencia puertorriqueña Eddie Palmieri, quien en honor a la verdad logró que el encuentro alcanzara su nivel más alto.
El concierto comenzó de manera atropellada. Quizá sea una nimiedad, pero el presentador cometió la torpeza de anunciar a los africanos como provenientes del continente salvaje
, de lo que sólo algunos se dieron cuenta, aunque se olvidó rápidamente cuando cuatro de los integrantes de Diamano Coura West Africam salieron aporreando los tambores, con ocho bailando a su alrededor y agitando/chasqueando las baquetas y después otro tipo de cajas, logrando una polirritmia poco familiar para los oídos occidentales, por razones culturales y formativas.
La bruja y La bamba
Después fue el turno de la elegancia musical del grupo Combo Ninguno que con una granada selección de temas veracruzanos, desde los de dominio público hasta los de autores seminales, logró mantener la atención y el ánimo festivo de los asistentes, hasta deconstrucciones salseras como La bruja y La bamba.
Patentando su herencia de la larga tradición y dueños de un sabor muy peculiar, Combo Ninguno demostró la noche del sábado en el afrocaribeño que sigue siendo un elemento activo y orgánico en la música afrohispanoantillana, con raíces fundamentalmente mexicanas y, claro, sus tentáculos musicales de su natal Veracruz, donde se les mostró un amor incondicional a lo largo de su actuación. O sea, Combo Ninguno ofreció salsa mexicana son sabor veracruzano.
Cuando llegó el ocaso de la actuación de Combo Ninguno, el subsecretario de la secretaría de Turismo, Cultura y Cinematografía (Secturc), Harry Grappa Guzmán, entregó un reconocimiento al grupo por sus 30 años de preservación artística musical en Veracruz.
Mención aparte merece la actuación de El Molestoso, Eddie Palmieri, quien en su primera presentación en el puerto jarocho con su orquesta La Perfecta colocó en su punto máximo al Festival Afrocaribeño, haciendo las delicias de principio a fin, con provocadora bienvenida: Me dijeron que en Veracruz saben bailar
, y los presentes no decepcionaron al bardo, de tímida barba blanca, pues mientras él surcaba la teclas el Auditorio Benito Juárez se trasformaba en un salsódromo, donde la música corrió a borbotones y el baile a raudales.
El Molestoso refuerza cíclicamente La Perfecta con los mejores músicos. Esta vez regresaron ejecutantes de calidad incuestionable: Jimmy Bochs en el trombón y Nelson González en el tresillo, así como Joe Quijano en los bongós. Por si fuera poco, el poderoso violinista cubano Alfredo de la Fe, quien días antes se presentó con su grupo, subió al escenario para echarse un palomazo y mantener un duelo creativo/instrumental con Palmieri, encuentro histórico que puso loquitos hasta a los críticos más duros, con su inmejorable desempeño musical.
Desde el principio hasta el fin de la actuación de míster Palmieri y La Perfecta, todas las secciones: cuerdas, percusiones, metales y teclados compenetrados/fusionados, de forma impecable, alborotaron la neurona salsera del público, lo que hizo sentir que todas las demás propuestas musicales parecieran una tomada de pelo. Con palabras/provocaciones de Palmieri: Veracruz es el responsable de que estemos aquí y verlos bailar es el estimulante de esta orquesta
. Y los veracruzanos no lo decepcionaron, pues bailaron hasta que El Molestoso les tocó. Cuando el reloj pasaba de la media noche, la Luna llena estaba en lo alto del cielo y la apoteosis llegó.
El óptimo desempeño del Festival Internacional Afrocaribeño 2011 se ha visto trastocado por el cambio de sede de los conciertos, que pasaron del malecón al Auditorio Benito Juárez, por el clima de violencia que ha provocado que las medidas de seguridad se intensifiquen.
Además del férreo resguardo del Auditorio Benito Juárez, de los retenes policiales nadie se salvó, ni el mismísimo Eddie Palmieri, quien, junto como su comitiva, fue retenido por elementos policiales. La cosa no pasó a mayores cuando se identificaron.
Hoy con la participación de Los Tejolites, Elizabeth Meza y la Orquesta Universitaria de Música Popular Síntesis, llega a su fin la 17 entrega del Festival Internacional Afrocaribeño 2011.