La Paz, 24 de agosto. El gobierno de Bolivia anunció hoy la expulsión de la agencia estadunidense de ayuda económica USAID, tras acusarla de injerencia en asuntos políticos internos por supuestamente promover una protesta de indígenas amazónicos contra la construcción de una carretera que cruzará una reserva ecológica .

Con la misma valentía con la que se expulsó al embajador Philip Goldberg y a la DEA en 2008, hay que asumir la expulsión de la USAID como un acto de soberanía del Estado y de defensa del proceso de transformaciones estructurales y cambio, dijo Juan Ramón Quintana, ex ministro de la Presidencia y director de la Agencia para el Desarrollo de las Macrorregiones y Fronteras.

Según Quintana, la USAID financia la protesta de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia, organización que lidera la caminata de más de 600 kilómetros a La Paz de unas mil personas, que se oponen al trazado de una ruta que divide en dos una reserva ecológica de la Amazonia.

La caminata es parte de una segunda fase de la ofensiva desestabilizadora y de conspiración de Estados Unidos que se inició en 2008, cuando un golpe (de Estado) se frenó con la expulsión del embajador (estadunidense) Philip Goldberg, dijo Quintana.

El funcionario leyó en rueda de prensa el intercambio de notas entre funcionarios de la USAID con planes de coptación de dirigentes indígenas, y dijo que el propósito de la agencia es desestabilizar el proceso judicial para los cargos judiciales de octubre de este año.

Además este plan tiene el objetivo de dividir las organizaciones sociales, los pueblos indígenas de este proceso y enfrentar y generar conflictos para el empleo de la fuerza pública y la victimización de algunos sectores que están siendo manipulados políticamente, afirmó Quintana.

La declaración de Quintana fue hecha en el palacio de gobierno al día siguiente de que el encargado de negocios de la embajada estadunidense concurriera a la cancillería local a dar explicaciones sobre una presunta colaboración de Washington con los activistas indígenas.

William Mozdzierz, encargado de negocios de la misión estadunidense, reconoció el martes en la cancillería que funcionarios de su embajada recababan información directa de las organizaciones sociales, pero negó que existiera un apoyo a la protesta.

Ni la embajada de Estados Unidos en Bolivia ni ningún otro elemento del gobierno estadunidense ha otorgado algún tipo de apoyo a la marcha indígena, dijo Mozdzierz a los medios.

En tanto, el gobierno de Evo Morales inició hoy una nueva gestión para auspiciar el diálogo con representantes de la marcha indígena y ratificó la conformación de una comisión legislativa multipartidaria para investigar los vínculos de la embajada estadunidense en La Paz y de organizaciones no gubernamentales con dirigentes de la marcha indígena.