La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Arquidiócesis de México condenaron el abominable ataque del jueves contra el casino Royale, en Monterrey, Nuevo León.

Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la CEM, señaló que ante el cobarde atentado contra un establecimiento de apuestas en Monterrey nos solidarizamos con los deudos y todos los que han quedado heridos y marcados por esta terrible experiencia que agrava, de por sí, la deteriorada situación de inseguridad y violencia que padecemos en México.

En tanto, la Arquidiócesis Primada de México dijo que quienes perdieron la vida o fueron heridos en el cobarde ataque se suman a las innumerables víctimas de crueldad y maldad del crimen organizado que, como un látigo, azota nuestro atribulado país, y exhortó a los fieles a que eleven sus oraciones a Dios por el eterno descanso de los que han fallecido, por el consuelo de los deudos y la conversión de los criminales.

También pidió que todas las personas se comprometan, en los ámbitos de su competencia, a alcanzar la paz y la justicia que tanto añoramos en nuestra patria. Advirtió: La Iglesia no dejará de recordar a los responsables de éstos y otros actos de violencia que todos ellos tendrán que rendir cuentas de sus actos ante Dios, juez justo, quien no tendrá misericordia para quien no tuvo misericordia de sus hermanos.

Rodríguez Gómez dijo que los obispos de la CEM nos unimos a la oración del señor cardenal Francisco Robles Ortega, arzobispo de Monterrey, de todo su presbiterio y comunidades para pedir a Dios por el eterno descanso de los fallecidos, que desde nuestra fe confiamos han sido recibidos en la casa del padre.