Profesores de la sección 10 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que agrupa a más de 60 mil docentes de nivel secundaria en la capital del país, señalaron que tras un acuerdo con autoridades de la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal (AFSEDF), en las 113 escuelas secundarias matutinas y vespertinas donde se compactaron 363 grupos, podrán reabrirse si se garantiza una matrícula de al menos 10 alumnos por aula.

Marco Nava, integrante de la comisión negociadora y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), destacó que tras reunirse con Ramón Gustavo Sánchez Quiroga, coordinador sectorial de Educación Secundaria en el Distrito Federal, se acordó que toda escuela, matitutina o vespertina, que tenga la inscripción en regla y presente a los alumnos podrá reabrir los grupos, ya no se exigirá que sean 15 menores para poder tener garantizado el registro oficial como un grupo activo y evitar su compactación.

Afirmó que hasta el momento se tienen condiciones para recuperar 150 de los 363 grupos que desaparecieron en el presente ciclo escolar, lo que beneficiará a cerca de 3 mil estudiantes, aunque afirmó que las inscripciones se ampliarán hasta el 30 de septiembre, por lo que estamos seguros que se recuperarán todos, pues existe una demanda real del servicio educativo.

Saturación en turnos matutinos

Nava agregó que el encuentro, convocado la tarde del jueves, fue encabezado por Sánchez Quiroga, ex rector de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, quien se comprometió a resolver los problemas generados por la compactación de grupos, pero también por el cierre de turnos vespertinos, pues hasta ahora tenemos demanda para 23 de las 27 escuelas que denunciaron este problema.

El próximo 3 de septiembre, apuntó, se firmará la minuta de acuerdo, aunque no descartó que cientos de maestros inconformes con los cierres de turnos y compactación de grupos se movilicen a partir de la próxima semana, para exigir que se resuelva de fondo el problema de la sobresaturación de los turnos matutinos, y evitar que por decisiones administrativas se cierren escuelas y grupos que aún tienen demanda en horarios vespertinos.