La dependencia ha revisado al momento uno por ciento de los 20 mil planteles del país
Sólo a 8 de 61 colegios que ejercen prácticas abusivas les ha impuesto medidas precuatorias
Lunes 29 de agosto de 2011, p. 43
Condicionar la inscripción y colegiatura al pago de un servicio o producto adicional (desde la compra de útiles y uniformes hasta la contratación del transporte escolar), así como no exhibir al público las tarifas que cobran, son las violaciones más comunes a la ley en las que incurren las escuelas particulares.
Hasta el momento, tres de cada 10 colegios privados verificados por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) en todo el país han cometido dichas faltas en el ciclo escolar que apenas se inició la semana pasada.
Sin embargo, la dependencia sólo ha revisado 202 planteles privados de prescolar, primaria y secundaria. Una cifra que apenas roza uno por ciento de los aproximadamente 20 mil planteles manejados por particulares, que en conjunto cobran por la educación de 2.3 millones de niños y adolescentes del país. Las escuelas privadas, según estadísticas de la Secretaría de Educación Pública (SEP), equivalen a 9 por ciento de los 226 mil 374 planteles de educación básica.
Profeco inició procedimiento administrativo contra 61 escuelas por alguna irregularidad contra la Ley Federal de Protección al Consumidor y de ellas sólo a ocho les impuso medidas precautorias, que no son sanciones
(como sellos de advertencia a los consumidores sobre prácticas abusivas) porque persistieron en la violación, precisó Rubén Durán Miranda, subprocurador de verificación.
Ninguna ha sido multada porque tienen oportunidad de corregir y uno o dos días después vuelven a ser verificadas, pero siguen bajo proceso y tienen oportunidad de defenderse, por lo que en promedio pasarán tres meses para que las autoridades determinen si merecen sanciones económicas.
Las escuelas verificadas fueron seleccionadas tanto por las denuncias de padres de familia, que ascendieron a 165 en todo el país, como por las que se escogen de un padrón de la dependencia.
Según el funcionario, toda escuela particular debe exhibir y poner a disposición del consumidor cuánto cobra por colegiatura, inscripción y otros servicios, sin que los padres de familia o consumidores tengan que llegar a preguntar
, pero ponderó que la mayoría de los planteles revisados por Profeco lo cumple. A diferencia de otros establecimientos comerciales, dijo que no hay lista negra
de reincidentes en la violación de la ley ni en las normas en los uniformes y escolares que venden.
La revisión a las escuelas particulares forma parte del programa especial de verificación y vigilancia de regreso a clases que Profeco lleva a cabo cada año.