Ciudad Juárez, Chih., 29 de agosto. El ayuntamiento de Ascensión espera una resolución favorable de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ante la cual interpuso una controversia constitucional contra los poderes Ejecutivo y Legislativo de Chihuahua por ampliar el territorio de Ciudad Juárez hasta el cruce internacional de Santa Teresa, que no le pertenece, pero al obtenerlo por decreto ya reclama el cobro de impuestos y servicios.

El pasado ayuntamiento panista de Ascensión exigió declarar ilegales los decretos 985/07 X-PE y 1019/10 VII-PE, expedidos por el entonces gobernador José Reyes Baeza y las anteriores dos legislaturas locales, que sin el debido proceso permitieron que Juárez dispusiese arbitrariamente de una importante porción territorial, lo cual le permite atribuirse potestades tributarias.

El entonces alcalde Rafael Camarillo Rentería y su correligionario, el síndico Benjamín Coronado, presentaron la demanda en diciembre de 2010. En marzo pasado la primera sala de la SCJN la declaró procedente y parcialmente fundada, y el actual ayuntamiento, también panista, encabezado por Jaime Domínguez Loya, espera una pronta solución favorable.

La disputa se debe a una imprecisa delimitación de territorios. Ciudad Juárez reclama 36 millones 893 mil pesos por impuesto predial a 50 propietarios de grandes lotes, quienes pagan desde hace 19 años a Ascensión, cuyo tabulador catastral es más bajo.

Ascensión reclama dos polígonos de 50 mil hectáreas en el cruce internacional de Santa Teresa, a 20 kilómetros de Ciudad Juárez,en la frontera con Nuevo México. Esta superficie incluye un predio de más de 20 mil hectáreas propiedad del empresario Eloy Vallina, cuyas posesiones incluyen la maquiladora Fox Com, que produce unas 30 mil computadoras al día.

Datos confusos difucultan la delimitación territorial

El alcalde priísta de Ciudad Juárez, Héctor Murguía Lardizábal, ha dicho que defenderá la posesión del territorio, mientras el secretario del ayuntamiento, Héctor Arcelius, sostiene que no hay invasión alguna a la vecina demarcación, que desde hace casi dos décadas cobra el predial a los posesionarios del ejido Nuevo Cuauhtémoc, enclavado en la zona, cuya disputa empezó hace más de 25 años.

Arcelius reconoce que el deslinde es muy difícil porque los datos de Ascensión son confusos, y además de la controversia por las tierras del polo Jerónimo-Santa Teresa existen otras 200 mil hectáreas en conflicto, cuyos ocupantes también pagan impuestos y servicios al vecino municipio.