Brasilia, 31 de agosto. Inspirados en las protestas chilenas y con la presencia de una de las líderes estudiantiles de Chile, miles de adolescentes convocado por la Unión de Estudiantes de Brasil se manifestaron hoy en esta capital para pedir que el gobierno de Dilma Rousseff destine 10 por ciento del producto interno bruto a la educación.

Queremos reafirmar la unidad de los movimientos estudiantiles en Chile, en Brasil, en Latinoamérica, proclamó ante los brasileños la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Camila Vallejo, de 23 años y estudiante de geografía, lideresa de las protestas en su país.

La Unión Nacional de Estudiantes (UNE) de Brasil invitó a Vallejo a sumarse a esta jornada, en retribución a la visita que el presidente de la entidad brasileña, Daniel Iliescu, realizó a Santiago la última semana en medio de fuertes protestas en el país andino.

En su discurso frente al Banco Central de Brasil, Vallejo dijo que el movimiento estudiantil brasileño está mejor articulado con la sociedad y el gobierno que en Chile, y que esa realidad sirve de experiencia para su país.

En Brasil, el movimiento se articuló con la sociedad y el gobierno a lo largo de la historia y tuvo conquistas, aunque pequeñas. En Chile, vivimos hace años una insatisfacción muy grande y sólo ahora conseguimos una aproximación con la sociedad, dijo.

Chile, amigo, Brasil está contigo, corearon los brasileños, que en la calle de acceso al Banco Central vaciaron un camión con agua para simbolizar su limpieza.

Chi, Chi, Chi, Le, Le, Le, gritaba en la manifestación la estudiante brasileña de ingeniería civil, de 21 años, Julia Vasconcelos, con una bandera de Chile. Apoyamos la lucha de los chilenos, esperamos que influencie la conciencia del movimiento en Brasil, dijo a Afp.

Los estudiantes latinoamericanos se pusieron de acuerdo en un reciente encuentro en Uruguay en convocar a una jornada de manifestaciones en toda la región el próximo año, explicó Luiz Felipe Maciel, un líder de la UNE.

Los manifestantes brasileños piden que el gobierno de Rousseff y el Congreso eleven a 10 por ciento el porcentaje del PIB para la educación, el doble de lo que rige actualmente, que es de casi 5 por ciento. Además, demandan que 50 por ciento del fondo social vinculado a las ganancias de las reservas petroleras submarinas del pre sal sea destinado exclusivamente a la educación, y que la tasa de interés de referencia sea reducida.

El reclamo de los estudiantes brasileños coincide con la elaboración en Brasil de un nuevo plan nacional de educación para los próximos 10 años y quieren que el Congreso asuma su reclamo.

El acto en Brasilia forma parte de Agosto Verde Amarillo, movilización impulsada por la UNE, que consistió en una serie de manifestaciones, ocupaciones y actos públicos en varias regiones del país.

En este contexto, el gobierno anunció que el salario mínimo aumentará 13.6 por ciento en 2012, a 619 reales (unos 385 dólares al cambio actual) y que hasta 2015 la expansión será de 50 por ciento.