Londres, 31 de agosto. Un niño de 11 años fue sentenciado este miércoles a 18 meses de rehabilitación juvenil por robar un cubo de basura en la periferia de Londres durante los disturbios ocurridos a principios de agosto.

El menor, que no puede ser identificado por motivos legales, es la persona más joven condenada en conexión con la ola de violencia que estalló el 6 de agosto en el barrio londinense de Tottenham y se extendió cuatro días por otras zonas de la capital y a otras ciudades inglesas.

El acusado, que asistió a la audiencia acompañado de su madre, fue sorprendido por un policía mientras se apoderaba del cubo (valuado en 81 dólares), en un gran almacén que era saqueado en Romford, en la periferia nororiental de Londres.

Este delito sucedió cinco días después de que un juez le impuso un primer castigo comunitario por haber cortado con un cuchillo las fundas de los asientos de un autobús y tratado de prenderles fuego, antes de darse a la fuga del vehículo destrozando una de las puertas.

Si fuera un poco más mayor acabaría en prisión, dijo el juez John Woollard, de la corte de Magistrados de Havering (noreste de Londres), al dictar su sentencia por lo que consideró un desorden mayor.

El juez no precisó los términos de la rehabilitación, que deben ser acordados con las autoridades locales y pueden incluir trabajos comunitarios y toques de queda, entre otras restricciones u obligaciones.

Por lo pronto, la ministra del Interior, Theresa May, amplió hoy la prohibición de marchas en esta capital ante el temor de nuevos brotes de violencia.

Más de 3 mil personas –la mayoría en Londres– fueron detenidas en las cuatro noches de violencia durante las cuales cientos de comercios fueron atacados y saqueados a principios de este mes.

En otro orden, la actriz Vanessa Redgrave acudió ayer a una corte en Londres para apoyar a un grupo de irish travellers (viajeros irlandeses) que este miércoles recibieron la orden de desalojar Dale Farm, en la localidad de Essex, el lugar en que habitan desde hace años, debido a la falta de planificación de sus estructuras. Esta comunidad lleva una vida similar a la de los gitanos.

Tony Ball, titular del concejo municipal de Basildon, en Essex, dijo en un comunicado que se intentó evitar el desalojo forzoso pero ahora no le queda otra opción. Explicó que el concejo no se opone a su forma de vida, pero que no se han cumplido las disposiciones municipales en el lugar, situado 50 kilómetros al este de Londres.