El argentino Martín Bravo reconoció haber sido obstaculizado por su ex club Colón de Santa Fe, cuando quiso emigrar a México, y a pesar de su condición de jugador libre debió recurrir a la FIFA para superar trámites que le hicieron perder casi medio torneo, recordó ayer en rueda de prensa.

Pese a que un día antes Javier Cortés fue impedido de expresar su opinión sobre el caso de Edson Rivera, censurado por la directiva del Atlas por irse a Portugal, el atacante se rehusó a hablar del tema. Dijo que no está informado a profundidad: “Si fuera un jugador de Pumas sería distinto”.

Bravo consideró que en México hay aspectos negativos para el jugador, como el draft o tianguis de piernas y el llamado Pacto de caballeros, a través del cual pretenden maniatar a los futbolistas, “pero todo se puede arreglar con diálogo y estando juntos”.

Recalcó que en el equipo de la UNAM no hay mordazas: “Nosotros somos libres para decir lo que queramos, nadie me obligará a decir algo que no quiero, o a no hablar sobre un tema”.

Asimismo, rechazó que los jugadores puedan ser considerados malagradecidos por buscar mejores opciones: “Cualquiera lo haría. En la vida siempre se desea trascender, mejorar condiciones... Igual ustedes (periodistas)”, pero indicó que “el jugador debe unirse. Tenemos derecho a pelear lo que nos corresponde”.

En su turno ante los medios, Diego de Buen aseguró que hay tranquilidad en el plantel, pese a las recientes derrotas: “Entre todos vamos a sacar la victoria”.

Sobre Rivera, su compañero en la Sub-20, aseguró: “No hizo nada malo. Le deseo mucha suerte porque sólo buscó cumplir su sueño”.

Pumas disputó a puerta cerrada un partido amistoso ante su filial Pumas-Morelos en la cancha del estadio Olímpico Universitario. Ganó 4-0 con anotaciones de Aarón Sandoval, Javier Cortés, Fernando Espinosa y David Cabrera.

“Fue un buen entrenamiento, metimos muchos goles y ante Querétaro estamos obligados a ganar si queremos estar entre los primeros puestos; no podemos perder otra vez”, expresó Bravo.