Buenos Aires, 2 de septiembre. El gobierno argentino pidió este viernes una reunión urgente del directorio de la empresa local Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), temeroso de que un reciente cambio en el accionariado de su controladora española, Repsol YPF, pueda afectar planes de inversiones en el país.

Dos de los principales accionistas de Repsol –la constructora española Sacyr Vallehermoso y la petrolera estatal mexicana Pemex– anunciaron el pasado lunes que unirán fuerzas para aumentar su influencia sobre la gestión de la firma. Una vez completada la adquisición, Pemex y Sacyr contarán con 29.8 por ciento del capital de la principal petrolera española.

Repsol controla casi 58 por ciento de YPF, la mayor petrolera argentina, pero el gobierno atesora una acción de oro por considerarla una empresa estratégica y tiene un representante en el directorio. Un portavoz de YPF dijo que la reunión de directorio podría realizarse en no menos de 10 días.

El gobierno pidió el encuentro para que las autoridades de Repsol SA, de Sacyr Vallehermoso y de Pemex informen si dicha modificación accionaria generaría algún tipo de impacto o variación en los planes de inversión y/o producción, o algún otro tipo de cambio en YPF, dijo el Ministerio de Planificación en un comunicado.

Haciendo uso de sus facultades de contralor de las empresas proveedoras de energía en Argentina, el Ministerio de Planificación federal convoca, por medio del representante del Estado argentino en el directorio de YPF SA, a una reunión de directorio extraordinaria, señala el comunicado oficial.

Argentina, que en los últimos años ha visto caer sostenidamente su producción de crudo y gas natural, necesita con urgencia aumentar las estancadas inversiones en el sector energético para alimentar una economía que crece fuertemente.

Sacyr es el mayor accionista en Repsol, con 20 por ciento, y la petrolera mexicana Pemex, que poseía 4.78 por ciento, concretó este viernes la compra de 4.62 adicional.

Ambas compañías han criticado al presidente ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, por la gestión de la empresa y su política de recortar dividendos. Sacyr debió endeudarse fuertemente para construir su participación en Repsol.

Pemex adelantó que busca que el directorio de la petrolera española separe los roles de presidente y director general, en un movimiento que limitaría el poder de Brufau, de buena relación con el gobierno de Cristina Kirchner. El argentino Grupo Petersen posee 25.4 por ciento de YPF.