Campo de golf, invernadero o desarrollo inmobiliario, los planes
Domingo 4 de septiembre de 2011, p. 29
La conservación de la Loma de Tarango como una zona libre de urbanización aún no está resuelta.
Un día después de publicada la derogación parcial de la declaratoria de la Barranca de Tarango como Área de Valor Ambiental (AVA), tres de los 18 ciudadanos que obtuvieron la protección de la justicia federal, advierten que el programa de expropiaciones concertadas
que propone el gobierno capitalino aún no se ha concretado y que la resolución judicial transformó el escenario de un tema ambiental a un asunto de desarrollo urbano
.
Los 18 predios amparados quedaron exentos del sexto punto de la declaratoria publicada el 22 de julio de 2009 en el que se prohíbe los usos y destinos de suelo
de vivienda, servicios, agricultura e industria.
En entrevista, los propietarios Amparo Suárez, Jorge Kuri y Antonio Hernández, explican que de los 2 millones 671 mil metros cuadrados que conforman la Loma de Tarango un millón 200 mil son propiedad particular. De esta última cifra, 483 mil metros ya cuentan con sentencia definitiva y 567 mil más están por obtenerla
. También existen procesos judiciales en contra del programa delegacional y el plan de manejo del AVA de Tarango.
Durante la negociación por el decreto de expropiación para la Supervía Poniente los dueños aceptaron que los indemnizaran con poco más de 400 pesos por cada metro cuadrado. Ahora, advierten que el acuerdo tendrá que ser diferente
pues con la carretera urbana de cuota la presión sobre los terrenos, sobre todo de las inmobiliarias, ha aumentado considerablemente
.
Aseguran que desde antes de que se formalizara la supervía la inmobiliaria SARE les propuso comprar alrededor de 800 mil metros cuadrados para construir un desarrollo de 4 mil 500 viviendas. El precio era de 700 pesos por metro y el proyecto lo conocieron las autoridades. A la fecha el valor catastral por metro cuadrado es de mil 500 pesos.
Ante la tardanza de las autoridades
para presentarles una propuesta específica, los propietarios ya tienen en mente varios proyectos, como son la construcción de un campo de golf, un invernadero para producir vegetales orgánicos, un club hípico e incluso un desarrollo inmobiliario ecológico.