La identidad del sur profundo defeño, el espíritu comunitario de la fiesta y el trabajo, y la defensa de la diferencia cultural, de su territorio y de la naturaleza –por ejemplo contra el proyecto de la autopista Arco Sur–, afloraron durante lo que parecía sólo una ceremonia protocolaria de colocación de la primera piedra de la nueva sede de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Milpa Alta.

El Faro Milpa Alta, que este mes cumple cinco años en sus instalaciones de 600 metros cuadrados en el pueblo de San Antonio Tecómitl –por lo cual se desarrollará el programa de actividades artísticas Fiesta de cosecha–, contará en unos meses con obras de ampliación, pero ahora en el pueblo de San Jerónimo Miacatlán.

Para diciembre deberá estar lista la primera de cuatro etapas de construcción de un edificio de dos niveles, sobre un terreno de mil metros cuadrados, que podrían aumentar con otros dos predios ubicados a los costados y sobre los que se está en pláticas.

El pasado viernes fue un día importante para el pueblo de San Jerónimo Miacatlán, uno de los 12 con que cuenta la delegación Milpa Alta, por donde también anduviera y tuviera influencia el general Emiliano Zapata.

Después del mediodía y bajo una lona colocada en dicho terreno, una banda de música, dirigida por el maestro Gregorio Martínez, puso ambiente a la ceremonia, que comenzaría una hora más adelante.

Ceremonia

Tras los discursos, la secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal (GDF), Elena Cepeda, regó en un hoyo semillas de alpiste, cuyo brillo significa alegría. El jefe delegacional, Francisco García Flores, colocó un estuche con monedas. Y el representante de la instancia de organización comunitaria Consejo del Pueblo de San Jerónimo Miacatlán, Efrén Flores Castañeda, roció agua bendita con un crisantemo.

También fue puesta una cruz con flores amarillas y la primera piedra fue bajada con un malacate y cubierta con mezcla. Todo en medio de aplausos, porras a San Jerónimo, cohetes, claxonazos de algunos coches y las dianas de la banda de viento. Repartieron vino, galletas y hasta algunos vasitos de pulque servidos de una bolsa de ubre.

Luego Cepeda y García Flores soltaron un globo de cantoya, tradicionales en Milpa Alta, los cuales ya se diseñan y crean en el Faro local, en el taller del joven maestro de 21 años Aarón López, quien ha hecho uno de alrededor de 2 mil 500 metros cuadrados, y quien recordó que el 17 y 18 de este mes se hacen lanzamientos masivos en el pueblo vecino de Santa Ana Tlacotenco.

En un paisaje que intercala lo semirrural con lo semiurbano y en el que sobresalen nopaleras y algunas milpas, Cepeda recordó que el Consejo del Pueblo aportó los casi 2 millones de pesos, la delegación el terreno y la dependencia a su cargo los proyectos arquitectónico y cultural.

La funcionaria mencionó la riqueza cultural de esta zona de origen nahua, su arraigo a la tierra, fiestas patronales, danzas, gastronomía y lengua. Y consideró como atípico el proyecto de la nueva sede del Faro Milpa Alta, debido a la participación de las autoridades del GDF, la delegación y la sociedad civil, a través del Consejo del Pueblo.

Tras señalar que se viven tiempos difíciles y se debe invertir más en cultura, así como dar expectativas a los jóvenes, Cepeda planteó que este es el momento de oponerse con determinación a la violencia y a la visión de la violencia como forma para mejorar la calidad de vida.

El jefe delegacional García Flores, al referirse a la ubicación de la nueva sede del Faro en San Jerónimo Miacatlán, una cuadra cuesta abajo desde la iglesia local, sobre la calle Simón Bolívar, en un cruce de caminos, recordó que en ese punto coincidían las peregrinaciones de tres pueblos avecindados que iban y venían de Chalma. Así que la nueva ubicación del Faro será otro rencuentro con nuestras raíces.

Agregó que los casi 2 millones de pesos aportados por el Consejo del Pueblo rendirán más, debido a que las obras se realizarán como trabajo comunitario. Asimismo se buscará que el presupuesto de 2012 también se destine al proyecto, en su segunda etapa.

Fue entonces cuando señaló la línea del horizonte sobre un cerro cercano, y dijo: “Por ahí pretendían, porque no lo van a hacer, construir la autopista Arco Sur. No tiene el aval de la jefatura delegacional y no vamos a permitir que se construya. No beneficia en nada a la comunidad, no han consultado a nuestros pueblos, que quedarían divididos. La parte del bosque quedaría del lado sur y los pueblos de este lado. Y con todas las implicaciones culturales, sociales y ecológicas que eso traería, hemos dicho que no al Arco Sur.

Queremos conservar este paisaje hasta donde más podamos. La cultura, el medio ambiente, nuestra historia, son parte de nuestra identidad. Sí estamos en una cultura global, pero también tenemos particularidades que hemos mantenido durante 500 años tras la conquista.

Efrén Flores, del Consejo del Pueblo, dijo que del presupuesto dado por el gobierno central a la delegación Milpa Alta, ésta a su vez destina un porcentaje para cada uno de los 12 pueblos que la integran.

Orgullo

Tras destacar que en Milpa Alta aún se tiene el privilegio de ser pueblos originarios, agregó que en San Jerónimo, al decidirse por avalar la mayoría el proyecto de la nueva sede del Faro, apostamos por la cultura para beneficio de todos, en especial los niños y jóvenes.

La ceremonia concluyó con una comida colectiva que consistió en mole, pollo, arroz, ensalada de nopales y agua de jamaica.