n este septiembre, los corazones y las mentes del pueblo palestino buscan justicia en la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que ésta complete las resoluciones que ha emitido desde hace más de 60 años, cuando decidió dividir la Palestina histórica en dos estados, en 1947.
El liderazgo palestino ha estado trabajando con mucha paciencia y entusiasmo, y ha enfrentado muchas dificultades, para lograr esta meta a través de tres vías paralelas: las negociaciones, la construcción de infraestructura de Estado y el reconocimiento internacional del Estado palestino en las fronteras de 1967, con Jerusalén oriental como capital.
Comenzamos negociaciones hace 19 años y, de acuerdo con el cuarteto para Medio Oriente (Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU) la parte palestina ha completado todas sus obligaciones de la hoja de ruta, la Conferencia de Madrid, Annápolis y las reuniones de Washington, mientras que Israel ha continuado escatimando para pagar el precio de la paz y creando hechos consumados en contra de la legitimidad internacional, continuando la construcción del muro en contra de la resolución de la Corte Internacional de Justicia.
Durante estos años el tamaño de los asentamientos ha sido duplicado cuatro veces y la anexión de Jerusalén ha continuado, otra escandalosa agresión en contra de la legitimidad internacional.
El liderazgo palestino decidió dejar las negociaciones hace dos años hasta que los israelíes detuvieran la construcción de más asentamientos, y toda la presión de Europa y Estados Unidos no pudieron alejar a Israel de su arrogante negativa.
La negociación es un camino estratégico pero no podemos negociar por siempre; si la política de asentamientos continúa, pronto no nos quedará nada con qué negociar.
La construcción de la infraestructura de Estado fue lograda a través del programa del primer ministro Salam Fayyad, y de acuerdo con el Cuarteto para Medio Oriente, el Banco Mundial y el FMI estamos listos para la independencia y el autogobierno.
La Organización para la Liberación de Palestina declaró la independencia de Palestina en 1988 y desde entonces hasta ahora 125 países han reconocido al Estado de Palestina con las fronteras de 1967 y Jerusalén oriental como capital. Apreciamos mucho este valiente paso de todos estas naciones que creen en la libertad y el derecho de los pueblos a la autodeterminación y que están en contra de la ocupación y de la anexión de tierra por la fuerza de las armas.
Cientos de resoluciones se han adoptado en la ONU en los 44 años de ocupación, pero Israel siempre ha sido un país por encima de la ley protegido por el veto de Estados Unidos, que lo ha ejercido en 86 ocasiones en el Consejo de Seguridad.
Ahora el liderazgo palestino ha decidido acudir a la ONU para pedir el derecho inalienable de su pueblo a la autodeterminación. Ésta no es una acción unilateral y no cambiará nada en el terreno, la única diferencia es que seremos un país bajo ocupación y no los territorios palestinos
, y esto ayudará a las negociaciones con Israel pues, como el presidente Mahmoud Abbas ha dicho más de una vez, debemos negociar con Israel los asuntos de estatuto final como fronteras, prisioneros, recursos acuíferos, seguridad y los refugiados, y ya es hora de que Israel declare sus fronteras para hacer posible el intercambio de tierra para unir a Cisjordania y Gaza; esta tierra será máximo uno por ciento y definitivamente no será del área de Jerusalén.
En segundo lugar, este paso no es en contra de Israel, puesto que la mayoría de estos 125 países mantienen buenas relaciones con Tel Aviv ¿Están Brasil, Argentina, Chile, El Salvador u Honduras en contra de Israel? Por supuesto que no. La mayoría de los países de América Latina han reconocido al Estado de Palestina, con excepción de México y Colombia. El ministro de Asuntos Exteriores, Riad Malki, vino a México con una carta del presidente Abbas para el presidente Calderón, pidiéndole tomar este valiente paso y, ya que México ha estado siempre comprometido con la legitimidad internacional y en contra de la ocupación de cualquier tipo y en cualquier lugar, esperamos que en este septiembre México esté del lado de la autodeterminación y de nuestro derecho a la membrecía en la ONU. Este es el momento de la verdad.
* Embajadora de Palestina en México