Cuautitlán, Méx., 3 de septiembre. Una fuerte tormenta y granizada desbordaron el río Cuautitlán, principal desfogue de la presa de Guadalupe, cuyas aguas inundaron más de mil 200 casas del municipio de Cuautitlán, algunas con niveles de hasta tres metros de altura, informó David Garay Maldonado, comisionado de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE).

El fenómeno elevó los niveles de la presa de Guadalupe, por lo cual se determinó desfogar los excedentes hacia el río Cuautitlán, pero la corriente derrumbó 40 metros del bordo, que desde las 23 horas del viernes comenzó a inundar cinco fraccionamientos y colonias.

Según escuché, el secretario (de la Comisión del Agua del Estado de México, CAEM) David Korenfeld, que es la voz autorizada para ello, esto fue producto de un desfogue que tiene la presa Guadalupe; esto no fue producto de la lluvia, pero esa es la opinión técnica que escuché, dijo Garay.

En tanto no se tape el boquete las aguas seguirán fluyendo hacia las viviendas y los sembrados de milpa y alfalfa, explicó el funcionario, quien encabezó a unos mil agentes comisionados para brindar ayuda a la población.

Sin embargo, como el problema de fondo era tapar el boquete, los policías optaron por ayudar a los colonos a subir sus bienes a puntos altos de sus casas, y otros optaron por dormir en los pastos. Al cierre de esta edición las autoridades aún no colocaban costaleras, pese a que es la medida habitual en estos casos.

Antonio Nery Pavón, subdirector de la policía del municipio que encabeza el priísta Francisco Fernández Clamont, expuso que habría que esperar 24 horas para que personal de la CAEM (dependiente de la Comisión Nacional del Agua, Conagua) tapara el boquete.

–Salgan de sus casas –recomendaban elementos de la ASE a los colonos mientras el agua fluía hacia los domicilios.

–Y qué, ¿nada más me queda ver cómo se inundará mi casa? ¡Hagan algo, ayúdenme a rescatar mis cosas! –imploraba Guadalupe Mendoza Juárez, de la colonia San José Puente Grande.

Cientos de familias trataron de rescatar ropa, artículos electrodomésticos y documentos personales antes de la inundación. La avenida Puente Grande-Camino las Ánimas, paso principal a los cinco fraccionamientos afectados, se convirtió en un ir y venir de personas cargadas de sus bienes.

Algunos vecinos buscaban hoteles donde alojarse, pues aun cuando las autoridades habilitaron como albergue el gimnasio Benito Juárez, éste se encuentra a cinco kilómetros de la zona afectada.

La ASE dispuso de lanchas y vehículos anfibios, pero muchas familias optaron por permanecer en sus casas por temor a la rapiña. Las unidades fueron empleadas para recorrer calles o prestar ayuda a damnificados, muchos de los cuales pedían agua y alimentos.

Algunos vecinos responsabilizaron a la Conagua y al gobierno del estado de su situación, pues consideraron que la inundación fue planeada, porque desde el martes dijeron que el lago de Guadalupe se iba a desbordar, y a nosotros nos echaron el agua, expuso María Antonieta Farfán, residente de Los Olivos.

Desde las 23 horas del viernes, policías municipales llamaron a los vecinos a abandonar sus casas porque se iba a desbordar el río. Ellos lo sabían, fue una inundación planeada, insistió Farfán.

En el vecino municipio de Cuautitlán Izcalli se desbordó el canal Carril de San Agustín e inundó 150 domicilios.

Encuentran ahogado a joven desaparecido

En Nicolás Romero, donde el viernes las lluvias desbordaron el río La Colmena y el colector de aguas residuales Lázaro Cárdenas, trabajadores del municipio se unieron a la limpieza de unos 300 domicilios que se inundaron de las colonias El Pueblito, Arcoíris, San Juan Tlihuaca, Vicente Guerrero, San Ildefonso, El Mirador, Wenceslao Victoria y La Colmena.

Una mujer que se ahogó la noche del viernes en la colonia El Pueblito fue identificada como Guillermina Suárez Cabrera, de 66 años, en tanto el joven que se encontraba desaparecido fue hallado muerto este sábado. Se trata de Luis Enrique Simón Ramírez, de 17 años. Ambos fueron arrastrados por la creciente de La Colmena cuando intentaron cruzarla.

Tengo tres años pidiendo que reconstruyan el puente de La Colmena, avenida principal, y nada, expuso Inés Varela Arredondo, quien con otros vecinos explicó que ese paso de peatones tiene más de 80 años.

No retiraron ramas

En agosto pasado, dijeron, el cuerpo de bomberos podó árboles, pero los restos de troncos y ramas fueron abandonados en el bordo del río y arrastrados por la lluvia del viernes.

Se calcula que el cauce se elevó tres metros hasta igualar el nivel de las calles y se desbordó hacia las comunidades y tramos de la carretera Atizapán de Zaragoza-Nicolás Romero. Este sábado la emergencia fue controlada allí.