Domingo 4 de septiembre de 2011, p. 34
Con una pequeña obra de teatro, que denuncia cómo la impunidad ha ganado la batalla a la justicia en el país, el colectivo HIJOS México conmemoró ayer el tercer aniversario de sus actos de escrache o señalamiento público en demanda de que el gobierno solucione los miles de casos de desaparición forzosa, desde la época de la llamada guerra sucia hasta la actualidad. Como hacen cada primer sábado de mes frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los activistas del grupo instalaron fotografías de algunos de los desaparecidos que tienen registrados, entregaron volantes al público y reiteraron su mensaje de que en este país sigue ocurriendo de forma cotidiana dicho crimen de lesa humanidad. En esta ocasión, el escrache temático giró en torno a una representación teatral en que la Señora Impunidad y la Señora Justicia debaten sobre quién manda en México. Por cada avance que menciona esta última, su rival cuenta dos o tres agravios a su favor
–como los casos emblemáticos de Ernestina Ascencio o Rosendo Radilla–, para terminar ganando ampliamente el duelo. Acerca de la idea de crear una procuraduría social de atención a las víctimas de la violencia, anunciada por Felipe Calderón, Pablo Álvarez –miembro de HIJOS– señaló que esos proyectos son inútiles, porque en realidad no hay ninguna disposición del Estado para resolver las desapariciones.