Las directivas de Atlas y Santos exhiben sus errores
uego de la cómica estampa de Decio de María, secretario general de la Federación Mexicana de Futbol, quien hizo berrinche por el presunto atraco sufrido a manos de promotores gandallas que hicieron posible el sueño del juvenil Edson Rivera, de emigrar a Europa, llegaron dos notas agradables con el retorno al liderato general de Chivas y la racha invicta del Tri mayor.
Carlos Martín del Campo, presidente del Atlas, debió guardar prudente silencio ante la grave omisión de mandar a un jugador a un Mundial ¡sin contrato!, pero al clamar su desgracia terminó por exhibir su ineficacia y descuido. El mundo entero conoció el tamaño de su frustración cuando se atrevió a pedir el veto en selecciones para Rivera.
Un par de millones de euros en las arcas del equipo rojinegro habrían sido la salvación para los atribulados Zorros, donde la constante es ver los atrasos en el pago de la nómina. La realidad es que Rivera va al Sporting Braga, de Portugal, con todo por ganar, mientras Del Campo se quedó dándose de topes en la pared. Dicen que alguien ya le obsequió un pizarrón para anotar las fechas de vencimiento de los contratos.
No sólo la directiva del cuadro tapatío cometió pifias. A la de Santos le costó mucho trabajo y dinero reconocer que se equivocó en la contratación de Diego Cocca, timonel argentino sin experiencia ni carisma. Jamás logró romper el hielo en el vestidor, no supo convencer a su plantel sobre su propuesta futbolística y mucho menos a un público acostumbrado a ver a su equipo entre los mejores.
Apodado Coca zero –porque con él no hubo nada de nada–, el también ex jugador rojinegro concluyó sin pena ni gloria su paso fugaz e infructuoso por el banquillo del equipo de Torreón.
Otro que quema sus bonos e imagen es el chileno Carlos Reinoso. Tras la retadora y justa oferta de ganar el título para el América, o en caso contrario se haría a un lado, terminó desdiciéndose. Apenas sintió la aspereza de las críticas por el irregular paso de su equipo, reviró con la frustrante afirmación de que llegó para quedarse.
De la mano del promotor Guillermo Lara, México aprovechó la fecha FIFA para jugar en Europa. Varsovia y Barcelona fueron los escenarios en los que José Manuel de la Torre salió airoso al mantener su racha invicta, aunque futbolísticamente no hubo nada brillante. Buen examen para ir ganando confianza en condición de visitante, lejos del apoyo que recibe en Estados Unidos.
Falta que Lara –el otrora personaje non grato– y la FMF se apliquen para pactar con rivales de máximo calibre, como España, Inglaterra, Italia, etcétera, para corroborar el buen paso del equipo del Chepo, quien eufórico afirma que su plantel muestra personalidad y carácter en cualquier terreno.
Luis Fernando Tena se empeña en ser el negrito en el arroz. Luego del fracaso en la Copa América y ante la proximidad de los Juegos Panamericanos, la Sub-22 sufrió otra derrota, ahora ante la Sub-25 chilena, cuyo partido de vuelta se jugará este martes en tierra andina. El Flaco Tena se aferra al timón y ya hasta prometió que su plantel ganará medalla en la justa de Guadalajara.
Feliz por el traspaso del delantero Ulises Dávila al Chelsea de Inglaterra, el presidente de Chivas, Jorge Vergara, señaló que ya no habrá más salidas hasta la conquista del título del club tapatío, el cual prevé se logre en esta campaña. El Guadalajara derrotó a los Xolos y de nuevo está en la cima de la tabla general, mientras el empresario incuba el sueño de ver una avalancha de euros.
Bofetada con guante blanco o jalón de orejas dio Ricardo Ferretti a la llamada familia futbolística en la entrega de los balones de oro, cuando con su habitual desparpajo les corrigió la plana al ceder su trofeo como mejor técnico a Guillermo Vázquez, estratega de Pumas, simplemente por ser el campeón, pese a su corta trayectoria.