El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Ernesto Cordero, señaló ayer que México ya entró en desaceleración económica y que incluso existe el riesgo de recesión, pero todavía no estamos en la orilla de esa posibilidad.

En conferencia de prensa, el funcionario se negó a decir cuándo renunciará a su cargo para buscar la candidatura del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República, pero defendió que la negociación del presupuesto de 2012 no se contaminará por sus aspiraciones políticas.

En cambio, explicó que la desaceleración implica que la economía del país crecerá a un menor ritmo o velocidad, y agregó que por ello en los próximos días el gobierno federal anunciará medidas adicionales para incentivar algunos sectores.

Junto con el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y el director del IMSS, Daniel Karam, Cordero dio a conocer ayer las cifras de empleos creados en agosto. Los funcionarios señalaron que si bien en dicho mes se crearon 979 mil empleos, en ese mismo lapso 935 mil trabajadores fueron despedidos.

Ahí, el encargado de la hacienda pública reconoció que existe el riesgo de recesión económica y explicó que esto significaría una reducción de los ingresos nacionales, mientras la desaceleración implica que el ritmo de crecimiento será lento. Por lo anterior, aseguró que el gobierno ya está ocupado en trabajar para evitar esa última posibilidad, tratando de blindar la economía nacional para que las afectaciones que pudieran darse de lo que suceda en el ámbito internacional sean menores.

Cordero incluso aclaró que lo que quiso decir la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, sobre una posible recesión mundial, es que esta probabilidad aún no es inminente y que todavía se puede evitar.

También desestimó la volatilidad de las bolsas de valores internacionales y aseguró que este comportamiento es natural.

Los secretarios de Hacienda y del Trabajo hicieron a un lado lo que ha ocurrido con la economía del país en los dos sexenios panistas, y advirtieron que si regresa el PRI a la Presidencia de la República peligrará la economía.

Sobre el tema para el que convocaron a la rueda de prensa sostuvieron que durante agosto suman más 66 mil 500 los empleos creados; que entre el primero de enero y el octavo mes de 2011 se han generado 492 mil 562 trabajos y que en total en este régimen se han creado un millón 529 mil puestos laborales. Lozano dijo que esto no es un fracaso, y que si bien el presidente Felipe Calderón había prometido un millón de empleos al año, fue porque no sabía que iban a venir crisis de afuera. Sostuvo que las actuales cifras de empleo no son cuentas alegres.

El peso, en la peor situación

En un mercado de divisas demandado, el peso retrocedió otros 16 centavos en su paridad frente al dólar, con lo cual la moneda nacional se colocó en su peor situación de los últimos nueve meses, en tanto la divisa estadunidense en su modalidad fix para solventar pagos en moneda extranjera se vendió ayer a 12.5353 pesos y el interbancario cerró a 12.5190 pesos, niveles similares a los registrados el 29 de noviembre de 2010. En las operaciones de menudeo el dólar se vendió dentro de un amplio espectro que abarcó desde 12.64 hasta 12.77 pesos por unidad.

El tipo de cambio regresó a los niveles observados a finales del año pasado dentro de un contexto diferente al de 2008, ahora no existe esa vulnerabilidad, pero eso no significa que nos vayamos a escapar de los vaivenes en Estados Unidos, opinó Janathen Heath, vicepresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivo de Finanzas (Imef).

El Banco de México tiene suficiente parque para atenuar movimientos erráticos en el tipo de cambio. No habrá movimientos traumáticos ni sobreajuste. Prevemos un ajuste ordenado, sostuvo el especialista.

Desde la primera semana de agosto de 2011, cuando el Congreso de Estados Unidos alcanzó un acuerdo de última hora para ampliar el límite del endeudamiento del gobierno para evitar la insolvencia, lo que propició que S&P bajara la calidad crediticia de ese país, hasta ahora, el peso ha retrocedido casi 77 centavos, lo que implica una depreciación de 6.54 por ciento, y con ello dejó para el recuerdo la sobrevaluación que mantuvo casi durante siete meses.