Economía
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Accionistas acusan a la petrolera mexicana de cometer delitos bursátiles y piden investigar

Gobierno español exige que lo dejen en paz con el tema Repsol-Pemex

Falta de transparencia y uso de información privilegiada, las sospechas sobre Petróleos Mexicanos y su director

Ministro de Industria de España criticó declaraciones de Felipe González

Foto
La plataforma marítima de perforación Scarabeo 9, fabricada en China y anclada en Singapur, está siendo trasladada a Cuba, donde llegará en noviembre, tras un viaje de 80 días. La plataforma de alta tecnología, propiedad de la petrolera italiana Eni SpA’s y contratada en Cuba por la española Repsol YPF, es capaz de perforar hasta 3 mil 600 metros en aguas profundasFoto Reuters
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de septiembre de 2011, p. 24

Madrid, 6 de septiembre. Que nos dejen al margen y en paz, que ya tenemos bastantes problemas. Utilicen sus propias herramientas para defenderse o atacar al otro, pero que dejen al gobierno a un lado, afirmó tajante el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en un mensaje explícito a los directivos de Petróleos Mexicanos (Pemex), la constructora española Sacyr y la cúpula ejecutiva de Repsol.

Además, pequeños y medianos accionistas exigieron a los órganos reguladores financieros que investiguen si la dirección gestora de Pemex, con Juan José Suárez Coppel a la cabeza, habría incurrido en dos presuntos delitos bursátiles, falta de transparencia y uso de información privilegiada.

Mientras más detalles se conocen de la operación fraguada en secreto entre el propio Suárez Coppel y el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, para hacerse con el control ejecutivo de Repsol, más detractores suscita la operación, tanto en el terreno empresarial y estrictamente ligado a los accionistas de Repsol, como en el terreno político y hasta mediático, convertido ya en un asunto de primer orden para los principales aspirantes a suceder en el cargo al actual mandatario español, José Luis Rodríguez Zapatero, en los comicios del 20 de noviembre.

En medio de la tormenta financiera que tiene a Europa al borde de una nueva crisis económica, el titular de Industria se manifestó de nuevo y en público sobre la operación de Pemex, a la que según versiones extraoficiales no desmentidas por el político español él mismo habría dado su respaldo en un encuentro secreto con los representantes de Pemex y Sacyr, que fueron acompañados en todo momento por el embajador de México en España, Jorge Zermeño, en representación del gobierno de Felipe Calderón.

Pero ante la intensidad de la batalla empresarial abierta y las presiones que denunció estar recibiendo de las partes implicadas, el ministro Sebastián rompió su diplomacia habitual en una rueda de prensa en Santander, en la que también criticó al ex presidente del gobierno español Felipe González, quien se manifestó abiertamente en contra de la operación.

“Dejen al margen al gobierno, que sólo se va a limitar a vigilar que se respete la españolidad de la compañía. Así que pediría a todas las personas que están metidas de un lado y de otro que nos dejen al margen y en paz, que ya tenemos bastantes problemas. Utilicen sus propias herramientas para defenderse o atacar al otro, pero dejen al gobierno a un lado”.

Hasta ahora el gobierno de Rodríguez Zapatero había sido visto como garante de la operación, que pretende en última instancia cambiar la cúpula ejecutiva de Repsol, con Antonio Brufau a la cabeza, y modificar la estrategia de inversión de la multinacional.

Pero hoy el ministro Sebastián se distancia, al menos públicamente, de Pemex y de Sacyr, al sostener que el gobierno no toma partido, no está detrás de ellas y lo único que se asegura es que una empresa estratégica, porque sus reservas son las de España, continúe siendo española. Es lo único que nos preocupa y en lo único en lo que estaremos vigilantes.

Según Sebastián, la españolidad de Repsol está garantizada por dos razones: el principal accionista, Sacyr, es español, y la suma de empresas españolas con acciones en Repsol es mayor que las de compañías extranjeras (entre las que hay argelinas, libias, qataríes y argentinas).

Pero el ministro español, muy próximo a Rodríguez Zapatero y con poca ascendencia en su partido, el PSOE, también criticó a una de las personalidades más respetadas de esta formación política: Felipe González.

El ex mandatario criticó la operación en una entrevista radiofónica del pasado domingo, e incluso se mostró escéptico de que Pemex honrará ese supuesto pacto no escrito de respetar la españolidad de Repsol.

González es consejero de Gas Natural, que a su vez es parte vital del conglomerado de CaixaBank, el segundo socio en acciones de Repsol, con 13 por ciento.

En este sentido, Sebastián respondió al ex presidente que cuando González era presidente del gobierno fue cuando Pemex entró en Repsol. Además que ya siendo consejero de Gas Natural, Sonatrac, la empresa pública argelina, ha entrado con 4 por ciento en el capital de la empresa gasista y nadie ha puesto en duda la españolidad de Gas Natural, que también es una empresa estratégica. El gobierno es neutral porque no interviene en ninguna operación empresarial, pero Felipe Gonzalez no lo es como consejero de una empresa participada.

Denuncian a Pemex

A la guerra abierta en la cúpula empresarial y política española se sumó un nuevo obstáculo para la alianza hispano-mexicana, una vez que la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) presentó una petición formal a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) –máximo órgano regulador financiero– para que investigue si la dirección de Pemex utilizó información privilegiada en la compra de 4.6 por ciento de Repsol, que hizo público el pasado martes.

Los accionistas minoritarios sospechan que Pemex podría haber incurrido en dos delitos bursátiles, como son la falta de transparencia en sus operaciones y el uso de información privilegiada, por lo que solicitan una aclaración pormenorizada de la compra de ese 4.6 por ciento de las acciones de Repsol, ante la sospecha creciente de que ya la había adquirido (desde julio) mediante derivados u otros instrumentos financieros, como parece indicar su celeridad en obtener el 4.6 por ciento y su aclaración de que el precio dependerá de una media en los próximos dos meses.

Pemex utilizó su filial en el paraíso fiscal de las Antillas holandesas para llevar a cabo la operación.

Los accionistas minoritarios también exigen a Pemex aclarar si la compra de 827 mil 150 acciones de Repsol, en julio pasado, la hizo cuando ya había comenzado los contactos con Sacyr para realizar el pacto en el seno de Repsol.

Además, en el campo de la batalla legal Gas Natural Fenosa, que tiene como principal accionista a Repsol, con 31.2 por ciento, envió un escrito a la Comisión Nacional de Energía para solicitar que sea considerada parte interesada en el caso de que el órgano regulador decida analizar vía dictamen la alianza entre Sacyr y Petróleos Mexicanos.