Provocación rupturista
Saludar, remover
En busca de alianza 2012
Casino Nuevo León
Estabilidad nacional
Pemex-Repsol, otro expediente que irá al archivo
Un paro general colapsa a Italia
OHL y sus contratos
Una elite secreta de 9 banqueros domina las finanzas globales
, según NYT
Cordero: ¡por fin!
Catarrito, ¿otra vez?
Jelipe, ¡ya párale!
l primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunció ayer su decisión de suspender totalmente nuestras relaciones comerciales, militares y de la industria de defensa
con Israel, y dijo, a renglón seguido, que su país aumentará los patrullajes navales en la franja oriental del Mediterráneo –puerta de acceso marítimo a la franja de Gaza, la cual padece un despiadado bloqueo por parte de Tel Aviv–, pues no es un lugar ajeno para nosotros y tenemos derecho a vigilarlo
. Las advertencias comentadas –que vienen precedidas por la decisión de Ankara de expulsar al embajador israelí, el pasado viernes– se presentan luego de que el gobierno de Benjamin Netanyahu se negó a disculparse por el sangriento asalto, en aguas internacionales del propio Mediterráneo, al buque turco de activistas propalestinos Mavi Marmara, uno de los seis navíos que buscaban llevar ayuda humanitaria a la cercada población de Gaza, hecho en el que murieron nueve ciudadanos turcos y una decena más de víctimas de otras nacionalidades. La virtual ruptura entre Ankara y Tel Aviv es significativa porque plantea un viraje en las respuestas internacionales ante el desempeño delictivo de Israel –de las notas diplomáticas y las condenas enérgicas
a las sanciones políticas y económicas concretas– y porque el gobierno turco ha tenido una importancia central en la política de alianzas del Estado hebreo: cabe recordar que Turquía fue el primer país mayoritariamente musulmán que reconoció al Estado israelí –en 1949, tan sólo un año después de su creación–; que se mantuvo en décadas siguientes como un aliado principal del gobierno de Tel Aviv, y que en años recientes se había convertido, a instancias de un acuerdo de cooperación suscrito en 1996, en uno de los principales compradores de la industria militar de Israel.
Precisiones de Telmex
ago llegar a usted un cordial saludo, al tiempo que solicito su amable intervención para la publicación de esta aclaración a la nota de Economist Intelligence Unit publicada en ese prestigiado periódico el 6 de septiembre bajo el título “México, entre cárteles y monopolios”. Esta misma aclaración se hará llegar al emisor de referencia.
or sus libros los conoceréis. Hablo de los volúmenes, las bibliotecas –no los pasillos llenos de literatura– que los crímenes internacionales de lesa humanidad del 11 de septiembre de 2001 han inspirado. Muchos rebosan de seudopatriotismo y autoelogio, otros están atascados de la irremediable mitología que culpa a la CIA y el Mossad, algunos (por desgracia procedentes del mundo musulmán) se refieren a los asesinos como los muchachos
, pero casi todos evitan lo único que cualquier policía busca después de un crimen callejero: el motivo.
e aquí a julio de 2012 vamos a estar saturados de campañas y propaganda políticas. Entre los tópicos que se van a tratar públicamente por candidatos a distintos puestos de elección popular, pero sobre todo entre quienes van a contender por la Presidencia de la República, estará el de los valores religiosos de cada quien y cómo pudiesen incidir en la forma de gobernar.
n los días venideros, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncie en favor del reconocimiento de Palestina como Estado miembro del organismo internacional, es casi seguro que el gobierno de Israel denunciará al mundo que el mandato bíblico fue impíamente desafiado.
recedido por un alud propagandístico sobre sus logros y magnas intenciones, el señor Calderón volvió a organizarse un selectivo informe a la nación. Dicho acto, y el concomitante mensaje personal, resultó una defensa a ultranza de su belicosa postura contra el narcotráfico. A los demás temas les dedicó la otra mitad del tiempo en su, pretendidamente, esforzado y firme discurso. Escala de prioridades que refleja las urgencias para dejar algún rastro defendible de su gestión. Tarea en la que ha sido sujeto, repetidamente, a fuerte crítica opositora y amplia controversia. Pocos, si existen en verdad, lo han escuchado con beneplácito. El resto de los comentarios ha transcurrido, de lo negativo para con sus alegatos, a lo insustancial de sus pretensiones de presentarse como fiero timonel en medio de adversidades ajenas. La mayoría, en cambio, vio un Calderón sitiado, abrumado por la ingobernabilidad, rijoso y empeñado en seguir, hasta el último día de su periodo, atado a esa su decisión original que ya ha costado decenas de miles de vidas.
l hablar acerca del problema de las drogas, la testarudez de la mayoría de los gobiernos del mundo es inmensa. No por serendipia, no por decreto, no por copiar modelos económicos. La razón es otra: los gobiernos están dirigidos por políticos. Y aunque no compartan el mapa genético, los políticos se comportan, en muchos rubros, de la misma forma. Buen término para explicar esas similitudes es testarudez. Otras acepciones, explican los diccionarios de ideas afines, son: porfiado, terco, obstinado, tozudo. Sobran ejemplos acerca de los beneficios subsecuentes a la legalización de productos potencialmente nocivos. Sobresalen los casos del alcohol y del tabaco.
or sus libros los conoceréis. Hablo de los volúmenes, las bibliotecas –no los pasillos llenos de literatura– que los crímenes internacionales de lesa humanidad del 11 de septiembre de 2001 han inspirado. Muchos rebosan de seudopatriotismo y autoelogio, otros están atascados de la irremediable mitología que culpa a la CIA y el Mossad, algunos (por desgracia procedentes del mundo musulmán) se refieren a los asesinos como los muchachos
, pero casi todos evitan lo único que cualquier policía busca después de un crimen callejero: el motivo.
ualquiera que tenga dudas sobre el colapso de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001 conoce el síndrome. Sus conocidos le preguntarán invariablemente: ¿entonces tú crees en la teoría de la conspiración?
ernando Vallejo lo tiene claro: en el mundo sobran libros, sobran escritores, sobran personas. Lo tiene claro y además lo dice sin inhibición. Alguna vez de visita en Colombia, con Carlos Monsiváis, Vallejo habló tan mal de los colombianos, de los políticos y de la Iglesia que muchas personas del auditorio comenzaron a arrojarle monedas. Ante los primeros impactos en su cuerpo, Monsiváis empezó a gritar, ¡tino, tino!
señalando a Fernando, para que los inconformes lanzaran sus proyectiles con precisión.
ay un tiempo. Ese tiempo es el que empleamos para conocer, para vivir y para morir.