Acercar la ópera a públicos nuevos y estimular en ellos el gusto por ese género son los propósitos de la Orquesta Filarmónica de las Artes, que produjo una versión de Las bodas de Fígaro, de la cual se ofrecerá este jueves una única función, a las 20 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Escrita por Mozart, esta divertida obra será presentada a manera de concierto y en versión reducida, debido a que la agrupación es independiente y carece de apoyo oficial, además de que de último momento una productora se echó para atrás.

Tales circunstancias, sin embargo, no influirán sobre la calidad de la música ni de la interpretación vocal, la cual está a cargo de un elenco de jóvenes cantantes nacionales, quienes recibieron una preparación ex profeso en un taller de ópera impartido en marzo por la Filarmónica de las Artes, afirmó su director, Abraham Vélez.

Es un montaje histórico porque nunca una compañía independiente ha hecho (en México) una producción de estas dimensiones, aseguró el músico, quien precisó que las cuatro horas de este título serán reducidas a dos, al rescatarse sólo las partes más representativas de cada acto.

Quitamos todos los recitativos, los cuales la hacen una obra muy larga. Queríamos que fuera ágil y ligera para el público. Además, para su mejor comprensión, contaremos con supertitulaje, agregó.

“Mi deseo es que esta obra sea vista por los que no están acostumbrados a ir a las salas de concierto ni a la ópera. Presentar tal cual un título tan largo es un arma de dos filos, porque puede caer de peso a las personas y aburrirse, dormirse o salirse.

“Por eso la hacemos más light; pensamos que así puede ser más atractiva, asimilable. Quizá los conocedores puedan criticarlo, pero nuestro interés es acercar la cultura a públicos nuevos.”

Música de foso tocada por jóvenes

Aunque no es la primera ocasión que se presenta en público esta versión de Las bodas de Fígaro –ya antes se ofrecieron algunas funciones en la Escuela Superior de Música y en Chiapas–, sí es la primera que se hace no a piano ni con orquesta de cámara, sino con una agrupación de mayores dimensiones, de 24 atrilistas.

Luego de definirse como una persona muy necia, porque sólo de esa manera pueden emprenderse proyectos de esta naturaleza desde el ámbito independiente, Abraham Vélez, subrayó que con la realización de esta obra mozartiana la Orquesta Filarmónica de las Artes cumple uno de sus propósitos principales.

La idea de crear esta orquesta fue hacer música de foso, pero que sea tocada por jóvenes. Hay (en el país) orquestas juveniles, pero rara vez abarcan esa vertiente, no la conocen. La única orquesta especializada es la de la Ópera de Bellas Artes y no existe una agrupación que sirva de semillero, indica.

Nuestro principal objetivo es, pues, crear música para ballet y ópera, ser un semillero, impulsor de chavos. También hacemos repertorio sinfónico, aunque tenemos muy claro nuestro principal reto.

Respecto de Las bodas de Fìgaro, la soprano chiapaneca Leticia Zepeda, integrante del elenco, asume que es un título más que apropiado para acercar a público primerizo a este apasionante género, por tratarse de una obra para reírse y disfrutar de la picardía.

“Toca temas muy vigentes y que ocurren en la vida cotidiana, como la infidelidad.

De forma elegante y pícara, Mozart muestra cómo todos estamos expuestos a caer en el error, el querer probar cosas diferentes en la vida.