México remontó ocho lugares en el índice global de competitividad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) al ocupar la posición 58 entre 142 países evaluados este año, informó Bruno Ferrari, secretario de Economía. De los 12 renglones que el WEF toma en cuenta, México avanzó en diez (desde innovación e infraestructura hasta educación, salud y mercado laboral), mientras en el referido al tamaño del mercado permaneció en el mismo nivel que el año pasado. La única categoría donde cayó fue en estabilidad macroeconómica: perdió 11 lugares al pasar del sitio 28 al 39, señaló José Antonio de la Torre, subsecretario de normatividad, aún cuando mantuvo la misma calificación que el año pasado: 5.2 en una escala donde 7 es el máximo. El funcionario atribuyó el retroceso en macroeconomía a un cambio en la metodología y de fuente del WEF. Gabriela Alarcon, consultora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró que la degradación sobre el ambiente macroeconómico puede deberse a que por primera vez su incluyó la deuda de México. En este índice el país se ubica por debajo de Brasil, que tiene el lugar 53, de Puerto Rico, 35, y de Chile, 32.