La decisión del alcalde panista de Monterrey, Fernando Larrazabal, de realizar una consulta a la ciudadanía y al cabildo para decidir si acata el llamado de la dirigencia nacional del PAN para solicitar licencia del cargo tras el ataque al casino Royale, generó anoche reacciones encontradas entre los panistas. Algunos criticaron esa posición y consideraron que se trata de un desacato, en tanto en otros sectores dijeron que se debe esperar la consulta.

En tanto, el presidente del Senado de la República y coordinador de los panistas en ese recinto legislativo, José González Morfín, subrayó que se deben investigar los señalamientos contra el alcalde panista, pero también contra el gobernador Rodrigo Medina (del PRI), y ambos pensar en separarse del cargo. Rechazó la acusación priísta de que el PAN politice los hechos.

De su parte, el secretario de la Función Pública (SFP), Salvador Vega, dijo que ha iniciado una serie de averiguaciones a fondo en la Secretaría de Gobernación, sobre la apertura de casinos en el país, pues tenemos ciertas sospechas sobre su crecimiento. Informó que las indagatorias son sobre la actuación de los funcionarios públicos asignados a la Dirección de Juegos y Sorteos de Gobernación, para saber cómo se otorgaron los permisos, con qué permisos funcionaban, cuántos han salido.

La senadora panista por Nuevo León, Judith Díaz, criticó la actuación de Larrazabal y consideró que se encuentra en desacato. Puntualizó que la instrucción del PAN nacional al alcalde fue muy precisa. Se le solicitó que pidiera licencia, no que hiciera una consulta. Si eso hubiera sido la intención del partido, él mismo la hubiera hecho.