Una extraña soledad envuelve el mundo virtual de las redes sociales y, desde el anonimato, la persona juega a vivir, a sentir, a encontrarse a sí misma, a soñar con el amor. Pero, ¿por qué están solos buscándose a cada rato?

El espectáculo de ópera interdisciplinaria Solitude, que realiza temporada en el teatro Julio Jiménez Rueda, explora nociones como identidad, aislamiento, búsqueda, sueños y evasión a partir de la comunicación que surge en las redes sociales y los videojuegos.

El montaje creado y dirigido por Wouter Van Looy, director de la compañía belga Muziektheater Transparant, y la coreógrafa mexicana Vivian Cruz, recrea un enorme videojuego donde los jóvenes abren las puertas a ese mundo lleno de angustias y deseos, y revelan sus formas de interactuar en el aislamiento y la soledad.

En tan enorme espacio virtual desfilan personas que comparten fantasías, que cantan a la vida y cada noche buscan en el otro a un héroe que los libere de la realidad. No importa si se es alto, obeso, delgado, si el cabello es rojo, amarillo, morado, porque en Internet se crean avatares extraordinarios. Todos viven un mundo imaginario.

La experiencia de la soledad

En Solitude, Wouter Van Looy propone un acercamiento a la experiencia de la soledad en el mundo virtual, donde confluyen la música barroca de Henry Purcell y textos poéticos de Shakespeare, que invitan a reflexionar sobre quién nos sigue en este juego de la vida, y si eres observador y permites que elijan siempre por ti.

Para Van Looy, los jóvenes e incluso los adultos viven una dinámica de conocer a otros o encontrarse a sí mismos a través de las redes de comunicación, en la computadora o en los juegos virtuales, donde se transforman en héroes, soñadores, amorosos, simpáticos, deportistas o seres fantásticos.

El ser humano ha convertido a las redes sociales en un refugio donde puede aislarse para estar lejos de la sociedad y de cuestionamientos de los otros. La soledad es un lugar donde puedes estar contigo mismo, soñar y cambiar un mundo imaginario. También es un sitio donde está la ausencia, explicó Van Looy en entrevista.

Solitude refleja experiencias de individuos que de día o de noche, en su habitación, se aíslan y frente a una pantalla de televisión o de computadora entablan una relación con otras personas que pueden encontrarse a miles de kilómetros o en la esquina de su calle.

Ese proyecto de verano se realizó por primera vez en julio de 2009, en Amberes, organizado por la compañía de Van Looy para jóvenes músicos y cantantes.

Solitude concluirá temporada el día 18 en el teatro Jiménez Rueda (avenida de la República 154, colonia Tabacalera). Funciones: viernes, a las 20 horas; sábados, a las 19 horas, y domingos a las 18 horas.