Desacuerdo de Jurgen Stark con programa de compra de bonos
Sábado 10 de septiembre de 2011, p. 29
Francfort, 9 de septiembre. En medio de la turbulencia financiera por temor a una recesión, el economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), Jurgen Stark, renunció a su cargo, en protesta por el programa de compra de bonos de la entidad de los países en apuros.
Stark, ex vicepresidente del banco central de Alemania, el Bundesbank, formaba parte del directorio del BCE desde junio de 2006 y ocupaba uno de los cargos más importantes en el banco regional, entre otras cosas, era responsable de la ejecución de la política monetaria de la eurozona.
La partida de Stark, férreo defensor de la política de estabilidad y crítico de los paquetes de rescate financiero, refleja la incertidumbre
en la cúpula del BCE en momentos en que las preocupaciones por el problema griego son cada vez mayores, opinó Lothar Hessler, analista de mercados de capitales en HSBC.
Stark, de 63 años, había expresado en reiteradas ocasiones su oposición al programa de compra de obligaciones impulsado por el BCE para aliviar la situación de los países más frágiles de la zona euro.
La institución, que había adoptado a regañadientes en mayo de 2010 este programa para acudir en ayuda de Grecia, lo había suspendido en el curso de este año, antes de reanudar las compras en agosto debido al agravamiento de la crisis de la deuda, que amenazaba a Italia a España.
El mandato de Stark terminaba el 31 de mayo de 2014, según la prensa, podría ser reemplazado por el secretario de estado de Finanzas alemán, Jorg Asmussen. Stark abandonará el cargo a fin de año.
En febrero pasado, otro alemán, el ex presidente de la Bundesbank, Axel Weber, también abandonó el BCE, igualmente debido a su oposición al programa de compra de obligaciones. La parte alemana nunca ha aceptado este programa, por considerar que amenaza la independencia y las finanzas del BCE.
Para Holger Schmieding, del Berenberg Bank, la segunda dimisión de una alemán en el BCE en seis meses alimentará la sospecha injustificada por parte de los mercados de que Alemania podría abandonar finalmente la unión monetaria. Ello acentuará probablemente las tensiones en los mercados
.
La salida de Stark se produce en un mal momento para la eurozona, enfrentada a un estancado crecimiento y a una persistente crisis de la deuda. Las especulaciones sobre una quiebra de Grecia cobraron fuerza, y muchos aluden su salida de la zona euro.