Damnificados por la fractura y el desbordamiento del río Cuautitlán, exigieron a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al gobierno del estado de México, garantías de habitabilidad de sus viviendas, pues al bajar los niveles de agua, los inmuebles presentarán afectaciones por la humedad. Acusaron que autoridades federales no han entregado los 5 mil pesos de ayuda ofrecidos a más de mil 600 afectados.

Sobre el apoyo económico, fuentes de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), dijeron a La Jornada que es probable que sse inicie el próximo domingo, pues se tiene que contar con censos de la población damnificada, a fin de garantizar que los recursos lleguen a quien los requiere.

La Conagua informó que la reparación del tramo de 40 metros de longitud del bordo del río Cuautitlán que se rompió el 3 de septiembre concluirá este sábado después del mediodía, con lo que el caudal proveniente de la presa Lago de Guadalupe volverá a transitar de manera segura.

Miguel Vázquez Saavedra, director general del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México, expuso que la Conagua continuó con bombeo del agua acumulada en 110 hectáreas que inundaron mil 500 domicilios de Cuautitlán, y unas cien casas más del municipio vecino de Coyotepec.

Que inicien los peritajes de las casas, expuso Alfredo Sánchez Espinosa, vecino del fraccionamiento Los Olivos al plantear que especialistas deben confirmen la resistencia de muros, techos y cimientos de los inmuebles. Los colonos confiaron en que este sábado peritos de la procuraduría del estado de México den fe de los daños.

Los fraccionamientos El Olivo uno y dos, Villa de Loto, y el pueblo de San José Puente Grande, de Cuautitlán y los barrios Victoria, Santa María Tlatelco y Tlatilco, en Teoloyucan, fueron afectados. Pero la lista no ha contabilizado al barrio de La Planada, donde residen productores de ladrillos, cuyas casas y talleres quedaron bajo el agua, pero son ignorados por autoridades de Coyotepec.

El agua bajó de dos metros a 50 centímetros de altura. Las familias ya anuncian pérdidas totales, pero desconocieron si las aseguradoras o el gobierno federal pagarán los daños, pues –dijeron– son responsables del mantenimiento de los ríos del país.

Decenas de personas pobres, que no saben leer ni escribir, dijeron querer saber a dónde ir para recibir apoyos, paquetes de limpieza y alimentos.

Con información de Ariane Díaz