El subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Julián Ventura, manifestó que todas las medidas de seguridad que se implementaron en el país tras los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos atendieron el interés nacional, en un contexto de inseguridad mundial.

No coincido con esa apreciación de que México le hizo la chamba a Estados Unidos en materia de seguridad, subrayó en entrevista, en la cual sostuvo que los avionazos impactaron el flujo de los migrantes, pues al endurecerse los controles para detenerlos éste se desvió hacia las zonas desérticas de mayor riesgo.

Historiador por la Universidad de Columbia Británica y con una trayectoria de más de dos décadas en la diplomacia mexicana, el funcionario recordó que los ataques transformaron radicalmente las prioridades de las políticas nacional e internacional del gobierno de Estados Unidos.

Ello colocó a la comunidad internacional en la necesidad de reconfigurar su relación con Estados Unidos. En particular, apuntó, el proceso involucró de manera más directa a los países vecinos: México y Canadá.

En el caso mexicano, explicó, la seguridad se convirtió en tema transversal, que permeó la totalidad de la agenda bilateral. Asuntos como la migración, las relaciones económicas y la delincuencia organizada trasnacional siguieron siendo principales, pero ahora se les ve bajo el filtro de la seguridad nacional estadunidense.

Tras el impacto inicial de los atentados en la relación México-Estados Unidos, que significó el cierre de fronteras y el establecimiento de medidas de control en los aeropuertos, Ventura Valero destacó que dichos mecanismos se fueron adecuando de manera progresiva.

Si se observa cómo han evolucionado la relación económica, los flujos de inversión y el comercio, se puede ver que se ha consolidado la intensidad y la profundidad del intercambio, porque se han conciliado los temas de seguridad con los de facilitación comercial y competitividad, expuso.

Se ha logrado, continuó, blindar y abrir espacios para que esta intensidad se mantenga y no se vea obstaculizada. Ejemplo de ello son los puentes fronterizos que se han construido y los pasos que se han dado para el ingreso del autotransporte mexicano a territorio estadunidense.

Por lo que respecta al tema de la migración, recordó que un primer efecto de los ataques fue el olvido de la promesa gubernamental de promover una reforma integral. El que recientemente iniciativas como la Dream act no hayan logrado los votos suficientes en el Congreso para su aprobación, da cuenta de las dificultades que existen para avanzar en esa dirección, puntualizó.

Sobre las acusaciones de que el gobierno de México ha creado una política de seguridad que en los hechos significa hacer el trabajo que toca a Estados Unidos, el ex representante alterno del país ante la Organización de Estados Americanos dijo no coincidir con esa apreciación.

Expresó que en las medidas adoptadas se han mantenido los intereses y prioridades de México de mayor seguridad por encima de cualquier requerimiento de otro país.