Preparaba una retrospectiva de su obra, la cual se montará en Los Ángeles en 2013
El creador de cuadros alusivos al glamur y el consumo fue admirado por Warhol y Beuys
Miércoles 14 de septiembre de 2011, p. 4
Londres, 13 de septiembre. Richard Hamilton, considerado el pionero del pop art británico y un artista influyente de la posguerra, con una obra inspirada en la cultura de masas y la sociedad de consumo, falleció el martes a los 89 años de edad.
Es un día muy triste para todos nosotros y nuestros pensamientos están con la familia de Richard
, dijo el propietario de la Galería Gagosian, Larry Gagosian, al comunicar la muerte de una de las figuras más destacadas
del mundo del arte.
Según el comunicado de esta galería que lo representaba, que no precisa ni el lugar ni la causa de la muerte, Hamilton estaba enfermo pero trabajó casi hasta el final en una gran retrospectiva que abrirá sus puertas en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, en 2013, antes de trasladarse a Filadelfia, Londres y Madrid.
Nacido en Londres, en febrero de 1922, Hamilton se dio a conocer en los años 50 con sus collages, entre los que destaca especialmente Just What Is It That Makes Today’s Homes So Different, So Appealing? (1956), considerado el manifiesto del pop art británico, aunque él nunca se identificó con ser el padre
de ese movimiento.
Hamilton también creó esculturas y pinturas, como la famosa Swingeing London (1968/69), en la que representó al líder del grupo Rolling Stones, Mick Jagger, ocultando la cara dentro de un coche de policía tras una redada antidrogas.
En esa misma época diseñó la carátula blanca del White Album (1968) de los Beatles, la única en la que no aparecen representados los integrantes del mítico cuarteto de Liverpool.
Richard Hamilton abrevó en elementos extraídos de la cultura de masas, aunque también destacó por sus obras más críticas y políticas, como Shock and Awe (2007/08), en la que representó al ex primer ministro británico Tony Blair, fiel aliado del ex presidente estadunidense George W. Bush, con camisa de vaquero, cartucheras y pistolas.
Su obra ha sido objeto de importantes retrospectivas en algunos de los museos más famosos del mundo, como las celebradas en 1970 y 1992 en la Tate Gallery de Londres, cuyo director, Nicolas Serota, rindió este martes homenaje a uno de los “artistas más influyentes y distintivos de la posguerra.
Muy admirado por sus pares, incluidos (Andy) Warhol y (Joseph) Beuys, Hamilton produjo una serie de cuadros, dibujos exquisitos que abordan los temas del glamur, el consumo, las mercancías y la cultura popular
, manifestó Serota.
Sin embargo, su fascinación por la sociedad de consumo fue muy crítica, una posición moral que también era evidente en su desconfianza hacia la derecha política
, agregó el director de las galerías Tate del Reino Unido, para quien Hamilton murió como hubiese querido, trabajando
.
En unas notas de 1957, que profetizaron la llegada de artistas como Warhol y, posteriormente, Damien Hirst, Hamilton escribió: El arte pop es popular (concebido para un público de masas), transitorio (a corto plazo), consumible (fácil de olvidar), de bajo costo, de producción masiva, joven (dirigido a la juventud), ingenioso, atractivo, efectista, glamoroso y un gran negocio
.