Unos 15 mil profesores interinos, en riesgo de perder su empleo
Jueves 15 de septiembre de 2011, p. 23
Madrid, 14 de septiembre. Decenas de miles de personas marcharon hoy por el centro de la capital española en defensa de la enseñanza pública y contra los recortes en la educación decretados por la Comunidad de Madrid.
Convocada por los sindicatos del sector, la manifestación, que según organizadores congregó a unos 50 mil maestros, estudiantes y padres de familia, arrancó en la Plaza de Neptuno bajo el lema: la educación no es gasto, es inversión; no a los recortes.
El punto álgido de la protesta ocurrió cuando sus participantes pasaron por delante de la Consejería de Educación madrileña, donde demandaron la renuncia de su consejera, Lucía Figar, y de la presidenta de esta región autonómica, la conservadora Esperanza Aguirre.
Las asociaciones gremiales anunciaron hace unos días un calendario de movilizaciones contra el recorte presupuestario en educación puesto en marcha por los gobiernos de varias autonomías, en su mayoría gobernadas por el derechista Partido Popular (PP).
Según el magisterio, los recortes rondan los dos mil millones de euros y dejarán sin empleo a unos 15 mil profesores interinos, además de repercutir negativamente en la calidad de la enseñanza.
Además de Madrid, las administraciones de Galicia, Navarra, Castilla-La Mancha y Cataluña ordenaron recientemente un aumento del tiempo que los docentes dedican a impartir clases dentro de su jornada laboral de unas 37 horas semanales.
En el caso de esta comunidad, los sindicatos denunciaron que el incremento de 18 a 20 horas lectivas supondrá la pérdida de tres mil empleos.
Bajo la presión para reducir costos, se ordena a los pedagogos pasar más horas en las aulas, lo cual significa que miles de maestros de apoyo serán despedidos, de acuerdo con las centrales obreras.
Organizaciones sociales y políticas acusaron a Aguirre –una de las principales figuras del PP– de privilegiar el sistema educativo privado en detrimento del público, con la aplicación de un duro plan de austeridad para reducir el déficit.