En la mayoría de los simulacros de sismo que ayer por la mañana se realizaron para conmemorar los 26 años de los temblores de septiembre de1985, los 60 segundos para evacuar los inmuebles fueron rebasados. Entre tres y cinco minutos duró la desocupación. El ejercicio, que simuló un movimiento telúrico de 8 grados Richter, se prolongó varias horas, debido a las consecuencias: incendios, derrumbes y gente atrapada.

En punto de las 10 horas comenzó el ejercicio, con una participación estimada de 6 millones de personas en 15 mil 466 inmuebles. Las actividades fueron supervisadas por el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.

La primera acción fue el supuesto movimiento telúrico, ante el cual hubo evacuaciones, repliegues hacia sitios de seguridad que previamente se habían identificado, hasta que la autoridad determinó la seguridad de los inmuebles.

Sin embargo, para salir de los edificios, que era la prioridad, informaron participantes, hubo casos en los que se necesitaron hasta cinco minutos. En las delegaciones Iztapalapa y Gustavo A. Madero, las sedes de gobierno fueron desocupadas en tres minutos, de acuerdo con los reportes de Protección Civil, que coordinó la práctica.

En Benito Juárez se improvisaron rutas de evacuación para hacer más dinámica la actividad, pero hubo áreas donde los trabajadores decidieron permanecer en su oficina, y al preguntarles por qué se quedaron en su lugar, respondieron que estaban resguardados en zona de seguridad.

De acuerdo con los participantes, la demora para evacuar los edificios se debió a que la mayoría sabía que se trataba de un simulacro.

La Plaza de la Constitución, considerada zona de seguridad, albergó cientos de empleados durante el macrosimulacro.

Para los pasajeros del Metro, Trolebús y transporte colectivo el ejercicio pasó inadvertido. Sin embargo, el recuerdo de los edificios caídos o de un familiar muerto provocó tristeza en algunas personas de la tercera edad.

Es muy triste que sólo la gente grande nos acordemos de esa tragedia, mientras muchos jóvenes hacen de esos eventos un juego, porque no han vivido en carne propia lo que es perder un ser querido o tu patrimonio, comentaron algunos pasajeros, quienes acudieron, como cada aniversario, a la Basílica de Guadalupe.

Misa en Tlatelolco por el aniversario del simo de 1985 en el lugar donde estuvo ubicado el edificio Nuevo LeonFoto Guillermo Sologuren

La Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal encabezó y supervisó ayer el macrosimulacro de sismo, en el que, según autoridades, participaron 6 millones de personasFoto María Luisa Severiano

Otros pasajeros dijeron no estar preparados para sortear un sismo de gran magnitud. Los ejercicios que se hacen en los edificios públicos o en las escuelas se utilizan para que la gente se vaya a desayunar o tomar un café. Son muy pocos los que toman en serio los simulacros, pensando que nunca les afectará. Ojalá sea así, pero quienes vivimos ese episodio en 1985 quedamos marcados y hacemos hasta lo imposible para estar preparados, agregaron.

Por la mañana, el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, colocó en la Plaza Solidaridad una ofrenda y montó guardia de honor para recordar lo que vivió la ciudad en 1985. Señaló que la ciudad debe prepararse cada vez mejor ante el riesgo sísmico.

Mencionó las acciones tomadas por su administración para prevenir situaciones de desastres como la operación del Instituto de Seguridad Estructural, clave para garantizar la consistencia y el respeto a las reglas de la construcción en el DF, y la integración de brigadas con alrededor de 10 mil servidores públicos en distintas especialidades, entre otras.

Durante la ceremonia se rindieron honores a la bandera, se dio el toque de silencio y se entonó el Himno Nacional; al final sonaron las sirenas de las unidades de Protección Civil.

En la Central de Bomberos, donde inauguró el Campo de capacitación y adiestramiento en búsqueda y rescate en estructuras colapsadas (BREC), reiteró que el eje de toda la estrategia para preparar a la ciudad depende de la capacitación de los servidores públicos y de las brigadas disponibles, organizadas, preparadas, entrenadas y equipadas para reaccionar frente a un sismo como el de 1985.

Más tarde se instalaron 35 mil radiorreceptores de alerta sísmica en 40 mil salones de más de 3 mil planteles.

En la Asamblea Legislativa se guardó un minuto de silencio y los diputados de PRD, PAN, PRI, PVEM y PT reconocieron que ha avanzado la cultura de la prevención en esta ciudad, pero también consideraron que falta un buen camino por andar, sobre todo en la cuestión presupuestal, donde en años recientes no ha quedado evidente esa prioridad.

Antes, en Tlatelolco, en el espacio que ocupaba el edificio Nuevo León, se ofició una misa.

Josefina Quintero, Bertha Teresa Ramírez, Laura Gómez y Raúl Llanos