En un operativo nocturno, 814 reos de alta peligrosidad –asesinos, secuestradores y extorsionadores que trabajaban para el crimen organizado– fueron trasladados este martes de los penales de Aquiles Serdán y la Unidad de Bajo Riesgo, ubicados en la capital de Chihuahua, así como de la cárcel municipal de Ciudad Juárez, a otros reclusorios; la mayoría al Centro Federal de Readaptación Social Número 9 Norte, ubicado en Juárez.

Elementos de diversas corporaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), con apoyo de la Policía Federal (PF), fueron coordinados por la fiscalía especializada en ejecución de penas y medidas judiciales, para llevar a cabo los traslados de unos centros de reinserción a otros, informó la FGE chihuahuense.

La dependencia señaló que la reubicación de reos es parte de convenios entre los gobiernos de Chihuahua y federal, con el propósito de optimizar y reordenar el sistema penitenciario estatal.

En tanto, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guanajuato integró la averiguación previa 4757/2011 por la desaparición de siete migrantes que salieron el pasado 14 de septiembre del municipio de Villagrán hacia Estados Unidos y fueron levantados por un comando armado en el municipio de Treviño, Nuevo León.

Estos casos se suman a los de 60 migrantes guanajuatenses desaparecidos el año pasado en San Fernando, Tamaulipas. De éstos, seis fueron identificados entre los 183 cuerpos hallados en aquel municipio fronterizo.

En Monterrey, Nuevo León, la madrugada del miércoles sujetos no identificados atacaron con armas largas y granadas tres módulos policiacos y dejaron heridos a tres agentes ministeriales y un oficial de la policía municipal. Las agresiones fueron perpetradas casi en forma simultánea en las colonias San Bernabé y Valle Verde, así como en el barrio antiguo del centro de la capital regiomontana.

Mientras, en el municipio de Ciénega de Flores, al norte de la zona metropolitana de Monterrey, cinco presuntos integrantes de la delincuencia organizada murieron en un enfrentamiento a balazos con militares.

En este contexto, ayer se documentaron 24 muertes más con posibles vínculos con el crimen organizado: nueve en Chihuahua (siete de ellas en Ciudad Juárez), seis en Coahuila, dos en Tamaulipas, dos en Sinaloa, dos en Nayarit, dos en Jalisco y una en Guerrero.