Opinión
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Relección de Troya

Lista para aprobación

De lo local, a lo federal

Ebrard, hasta enero

Clase Política

¿En dónde están los diputados?

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

La devaluación llega a casi 25%

Los gasolinazos van a continuar el año próximo

El impuesto a las pensiones

México SA

Contra el campo, otra vez

Menor gasto, propone FC

A Sagarpa, 12 mmdp menos

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Andanzas

Danza en el Cervantino

Palestina, ante la inmoralidad de Washington
A

yer, en un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó que no existe atajo para la solución del conflicto palestino-israelí, que la paz no llegará mediante declaraciones y resoluciones en la ONU, y que son los israelíes y los palestinos, no nosotros, los que deben llegar a un acuerdo en los temas que los dividen. Tales declaraciones se suman a la decisión, anunciada en días previos por el gobierno de Washington, de vetar, en su calidad de miembro permanente del Consejo de Seguridad De la ONU, la solicitud del reconocimiento de un Estado palestino que se espera sea presentada mañana por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que encabeza Mahmoud Abbas.

Colombia Moya
El Correo Ilustrado

México debe apoyar ya el Estado palestino

E

n 1948, México apoyó con su voto el plan de partición del territorio de Palestina para dar cobijo al estado de Israel y al estado de Palestina. 63 años más tarde, lo segundo aún no es una realidad. Miles de muertos después, este viernes, el presidente palestino Mahmoud Abbas hablará ante la Asamblea General de la ONU para recordar al mundo que los palestinos merecen un Estado para vivir en paz con seguridad. Un Estado reconocido plenamente por el máximo organismo mundial. Como ex diplomáticos, instamos a la canciller Patricia Espinosa Cantellano a asumir una posición histórica de acuerdo con los principios de la política exterior de México y no demorar más el reconocimiento al Estado Palestino en Naciones Unidas, como ya lo han hecho el resto de los países de América Latina.

La cuestión Palestina
Palestinos: ¿otro septiembre aciago?
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Un miembro del grupo ultraortodoxo judío Neturei Karta participa en una manifestación de apoyo al reconocimiento del Estado palestino en la ciudad cisjordana de Nablus Foto Ap
Robert Fisk
La cuestión Palestina
El momento de la verdad
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Un activista que participaba en una manifestación de apoyo al pedido de reconocimiento al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU fue lesionado en un enfrentamiento con soldados israelíes en el retén de Qalandia, entre Ramalá y Jerusalén Foto Ap
Morena, ¡transformar el país aquí y ahora!
A

nte el contubernio cada vez más notorio entre el poder económico y el poder político, sólo queda construir o re-activar el poder social, la fuerza de los ciudadanos organizados en los territorios rurales y urbanos. Ese es el mensaje central de los diversos movimientos sociales que han surgido en los últimos meses por todos los rincones del mundo. Esta tesis es especialmente idónea para el caso de México, país desgarrado por la ineficacia y corrupción de su clase política, y por la insaciable voracidad del capital nacional y trasnacional. A pesar de este panorama ominoso, en México aún persiste una fuerza social, que fragmentada tiene una visibilidad muy limitada, pero unida muestra un enorme potencial para la transformación: maestros disidentes; redes nacionales de resistencia ambiental; feminismo; cooperativas; fuerzas regionales, como la neozapatista; sindicatos no corporativos, el recientemente creado movimiento por la paz y, en los últimos años, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que ha logrado erigirse en una fuerza de 2 millones de afiliados con presencia en todos los distritos electorales, y con medios de comunicación de gran alcance, como su periódico Regeneración, con 5 millones de ejemplares. No obstante sus logros, Morena ha sido hasta ahora un consorcio de ciudadanos ensamblados por su sola voluntad de participación, sin metas y objetivos claros, con un activismo no definido y, especialmente, sin una estructura organizativa que le permita tomar decisiones rápidas y efectivas de manera colectiva y democrática.

Randa Nabulsi *
Víctor M. Toledo
La Jornada
M

i vida en La Jornada está ligada, en primer lugar, a Carlos Payán, y comenzó en unomásuno.

De retornos y sumisiones
U

na a una, las piezas se van acomodando para el regreso del Invencible. Como en otros tiempos, la cargada, con sus excesos escenográficos, rinde pleitesía al hombre providencial, deificado sin rubor por un público sumiso, burocrático, en el fondo indiferente a lo que no sea promesa de estabilidad personal. Nada ha cambiado y, sin embargo, todo es diferente. Las luces del escenario, el lenguaje vehicular de la postransición aludiendo a la democracia: el PRI ha vuelto, aunque nadie sepa cuál es la novedad de la que se dice portador. Es la victoria provisional del viejo grupo de poder enquistado en el estado de México, derrotado hace seis años dentro de sus filas por otros ambiciosos que alzaron el tapete de las vergüenzas para mostrarlos desnudos a un país harto de las bajezas de sus políticos. ¿Qué propone el nuevo PRI de Montiel y familia para un país en crisis, asolado por la violencia, la desigualdad y el desempleo, por la pobreza que cada día engrosa sus temibles ejércitos, por la desesperación potencial de generaciones de jóvenes cuyo horizonte de vida es el desperdicio de sus vidas? ¿Qué puede ofrecer fuera del discurso vacío? Hasta ahora, poco o nada. Pero hay indicios. La gran preocupación está en asegurar la gobernabilidad dando al presidente una cómoda mayoría para no depender de las demás fuerzas y así llevar adelante las reformas que él crea convenientes. El PRI es hoy el partido del orden, dado el fracaso de la derecha para cumplir la tarea. Y esas señales deberían observarse con cuidado.

Octavio Rodríguez Araujo
Adolfo Sánchez Rebolledo
Humanidades y falsa economía
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ace poco más de 100 años, Thorstein Veblen –economista estadunidense de influencia indiscutible en la academia y en su campo profesional– decretó que las humanidades constituyen una actividad inútil de la clase parasitaria. En su famoso libro Teoría de la clase ociosa acusa a quienes se dedican a ese campo de la cultura de no producir valor alguno y estar movidos sólo por vanidad. Este famoso autor y muchos otros economistas (y algunos científicos) establecen una contraposición simplista: las humanidades son la actividad de diletantes inútiles; son conservadoras, enemigas de toda innovación, en tanto que las ciencias, incluyendo en ellas la economía, son la actividad de espíritus industriosos, productivos, revolucionarios.

Obama a Palestina: sí pero no
E

l presidente de Estados Unidos, sus diplomáticos y los aliados europeos acumulan intensas jornadas intentando impedir frenéticamente que Palestina presente en la ONU su solicitud de reconocimiento como Estado miembro. Para ello ejercen brutales y burdas presiones sobre el liderazgo palestino pero ni siquiera le levantan la voz al nazi Netanyahu, que hace imposible cualquier negociación. Diecisiete años en la mesa de negociaciones sin conseguir de Tel Aviv otra cosa que más ocupación y agresiones han colmado la paciencia de los palestinos. El pueblo que Israel expulsó de su tierra de origen y en ese tiempo ha continuado masacrando, encerrándolo en bastustanes y privándolo de todos los derechos basándose únicamente en la sofisticación de su arsenal bélico estadunidense y el apoyo de Occidente.

Manuel Pérez Rocha
Ángel Guerra Cabrera
La cuestión Palestina
Palestinos: ¿otro septiembre aciago?
Foto
Un miembro del grupo ultraortodoxo judío Neturei Karta participa en una manifestación de apoyo al reconocimiento del Estado palestino en la ciudad cisjordana de Nablus Foto Ap
La cuestión Palestina
El momento de la verdad
Foto
Un activista que participaba en una manifestación de apoyo al pedido de reconocimiento al Estado palestino en la Asamblea General de la ONU fue lesionado en un enfrentamiento con soldados israelíes en el retén de Qalandia, entre Ramalá y Jerusalén Foto Ap
Robert Fisk
Randa Nabulsi *
EU: ¿Indignados?
M

ichael Bloomberg, el alcalde de Nueva York, acaba de advertir que si la crisis nacional de desempleo no se resuelve pronto, podrían ocurrir tumultos callejeros: Tenemos muchos recién graduados de universidades que no encuentran empleo. Eso es lo que pasó en El Cairo. Eso es lo que pasó en Madrid. Uno no quiere este tipo de alborotos aquí.

La ilusión socialdemócrata
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a socialdemocracia tuvo su apogeo en el periodo de 1945 a finales de los años sesenta. En ese entonces, representaba una ideología y un movimiento que estaba en favor de utilizar los recursos del Estado para garantizar que hubiera alguna redistribución para la mayoría de la población en varias maneras concretas: la expansión de las instalaciones educativas y de salud; la garantía de niveles de ingreso de por vida mediante programas que apoyaran las necesidades de los grupos sin empleo con salarios, particularmente los niños y los ancianos; programas para minimizar el desempleo.

John Saxe-Fernández
Immanuel Wallerstein
Se ha erosionado la noción de justicia
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ace poco estuve en Saltillo, en ocasión de la Feria del Libro, muy frecuentada por jóvenes y niños, dato estimulante y que en medio de la desolación en que vivimos permite cierto optimismo. Desembarqué en Monterrey para ir a Saltillo, trayecto que realicé con bastante temor. Hermoso es el camino del desierto, lleno de cactos y palmeras de todos tipos: las datileras, las que producen el cabuche, las que parecen bacantes desaforadas.

A propósito de Alicia
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a Gruta, ese pequeño espacio dentro de lo que es el Centro Cultural Helénico fue concebido, hace ya muchos años, por su fundadora, Mercedes de la Cruz, como una posibilidad de que los teatristas nuevos pudieran mostrar su trabajo. Al correr del tiempo y con las vicisitudes que ha corrido el Helénico, La Gruta se fue convirtiendo en un lugar en donde las experimentaciones son bienvenidas, ya sea de jóvenes principiantes o, como es el caso que me ocupa y otros, de profesionales con alguna trayectoria pero con textos y montajes que rompan con lo tradicional y experimenten en juegos dramáticos que atiendan a la inteligencia y capacidad de reelaboración de lo visto por parte de los espectadores. Esto viene como anillo al dedo a lo declarado por los miembros de la nueva compañía La cooperativa formada por actrices y actores que, después de trabajar con Daniel Veronesse, decidieron formar su agrupación; lo negativo de todo esto sería que en este espacio teatral es costumbre –luego extendida a otros– dar funciones de cada obra sólo un día a la semana, por lo que quien tenga el interés, como yo, de seguir la escritura de la talentosa Bárbara Colio puedan acudir un martes, que es cuando está programada A propósito de Alicia.

Margo Glantz
Olga Harmony