Asegura el litigante que los incrimina la lista de asistencia del bar
Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 9
Cuernavaca, Mor., 23 de septiembre. El abogado del escritor Javier Sicilia, Julio Hernández Barros, señaló que sí existen pruebas que acreditan la probable responsabilidad de los cinco meseros del bar Obsesión en el secuestro, tortura y asesinato de Juan Francisco Sicilia y otras personas más el pasado 27 de marzo, en respuesta a los familiares de los trabajadores que el pasado jueves argumentaron que son inocentes.
Entre las pruebas que los incriminan, detalló, está la lista de asistencia del bar del 27 de marzo, hallada en el lugar mediante un cateo, además de las distintas declaraciones ministeriales, y explicó que el Ministerio Público Federal y la Procuraduría General de la República se encargaron de investigar el multihomicidio.
De acuerdo con esa indagación, agregó, aquella noche, Jaime Gabriel Alejo Cadena, Álvaro Jaime Ávelar, María del Socorro Estrada Hernández, Juan Francisco Sicilia Ortega, Jesús Chávez Vázquez, Luis Antonio Romero Jaime y Julio César Romero Jaime arribaron al bar Obsesión, ubicado en la avenida Cuaunahuac, en el municipio de Jiutepec.
Según la pesquisa, dijo, los siete arribaron en tres vehículos: un Honda arena, un Tsuru azul y un Jetta gris. “Álvaro Jaime al parecer llegó a reclamar el robo que días antes sufrió en dicho lugar su sobrino –una cámara y un celular–; al estar discutiendo con el cadenero del lugar, salió del bar un sujeto apodado El Rojo.
“Entre él [El Rojo] y el personal, entre el que estaban Mario Omar Aguilar Jaramillo, José Carlos Casarrubias Raymundo, José Mario Valencia Escobar, Manuel Ávila Moyao, Feliciano Ramírez Moso y Javier Alemán Díaz, los someten, golpean a los siete, les roban sus pertenencias y vigilan, en lo que llega el gerente del bar, Alejandro Manuel Nava Martínez”, dijo el litigante.
En la declaración ministerial de Nava Martínez del 31 de mayo, acusó a esos seis trabajadores de haber participado en la detención de las siete personas y aseguró que El Rojo telefoneó a Julio Radilla, El Negro, para que los apoyara; supuestamente después llegó El Negro y su gente y se llevaron a los siete, quienes fueron encontrados sin vida en el Honda arena la mañana del 28 de marzo en el fraccionamiento Las Brisas, en Temixco.
En la declaración del 25 de mayo de José Luis Luquín Delgado, El Jabón –uno de los supuestos sicarios–, reconoció a los de seguridad, a los del valet parking y a los meseros que participaron en la detención de las siete personas.
También están, dijo el abogado, las declaraciones ministeriales que los meseros del bar han hecho y que han sido tomadas de la causa penal 85/2011 para que a éstos se les dictara auto de formal prisión.
No obstante, dijo, independientemente de las probanzas desahogadas en la investigación y vertidas con antelación, los inculpados tienen derecho a que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa.
Reiteró que, si son inocentes, deberán acreditarlo ante la autoridad judicial que conoce su causa, y no ante los medios de comunicación, y menos ante esta coadyuvancia, máxime que los delitos que se les atribuyen son considerados graves y, por tanto, ni siquiera existe la posibilidad de otorgar el perdón
, concluyó.