El presupuesto es para moderar el crecimiento
del sistema
no es un desastre: González Sánchez
Sábado 24 de septiembre de 2011, p. 34
La educación en México no es un desastre y en la presente administración termina en un buen nivel de enseñanza, aseguró el subsecretario de Educación Básica de la SEP, Fernando González Sánchez.
En la instalación de la Asociación Nacional de Legisladores y Ex legisladores a Favor de la Educación con Prioridad en la Primera Infancia, González justificó que el proyecto de presupuesto para la educación del Poder Ejecutivo federal enviado a la Cámara de Diputados tiene como lógica el crecimiento moderado del sistema educativo nacional.
Defendió los resultados de éste porque con el desplazamiento del libro, como depositario esencial del saber humano, dijo, la institución encargada de dar escuela está cambiando profundamente, así como el contenido de su mensaje.
Hoy, cuando se habla de calidad educativa, se habla de pensamiento complejo, no simple, aunque es muy difícil ahondar en el debate si no asumimos que el pensamiento simple secuencial es la base del complejo, y que en algún momento es el bagaje o el antecedente esencial de un alumno, para trasladarlo a habilidades lectoras superiores
o, dijo, a la visión objetiva, crítica y científica del mundo, que establece con toda claridad el artículo tercero desde 1917
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Para el yerno de la lideresa magisterial, la evaluación educativa tiene una concepción distinta de lo que el mensaje oficial se ha empeñado en divulgar.
No es suficiente la evaluación diagnóstica que hacemos; por ejemplo, porque con ella no podríamos definir cuál es la trayectoria de logro de un niño. ¿Para qué evaluar si no nos sirve para mejorar?. Evaluar no es etiquetar, no es rasgarnos las vestiduras para decir dónde estamos.
Según el funcionario, evaluar significa definir rutas, trayectorias individuales de los alumnos. “No necesito aplicar un examen porque ya hay mucha teoría al respecto para saber que un tercio, más o menos –ojalá menos, pero un tercio– va a quedar por debajo del estándar educativo que estoy pidiendo; un tercio va a quedar en el estándar y otro, muy por arriba del estándar. Se evalúa para decidir qué hacer con esas personas; no para decirles: ‘ustedes están en tal condición respecto al estándar que les pido’. No se evalúa para etiquetar, sino para mejorar; mucho menos para reprobar, eso es absolutamente absurdo.”
En torno a los contenidos educativos, aseguró que no se pueden desperdiciar 200 horas en una asignatura al año para enseñar cosas que las personas no van a utilizar en su vida.