Domingo 2 de octubre de 2011, p. a16
He aquí otra historia social, desde otra perspectiva: el investigador Jeremy Rifkin hace notar que la humana es una especie fundamentalmente empática y bajo esa perspectiva analiza la historia económica. Descubre hilos argumentales. Le contrapone la entropía que producen sociedades de consumo, fundamentalmente de energía. En tal paradoja ensancha el surgimiento, también, de las diversidades, lo que ha permitido el aumento de la sensibilidad empática y de los límites de la mente. Desemboca en las consabidas preocupaciones ecológicas. Pero lo reflexionado, quién nos lo quita. La civilización empática, Jeremy Rifkin, Paidós, 703 pp.