La letra de una canción emblemática para muchos asistentes a la celebración del cumpleaños 31 del tianguis cultural del Chopo se escuchó en las bocinas del foro de Radio Chopo: Olvídate de todo por un momento/ y que viva el rocanrol...

Era la voz, en vivo, de Alejandro Lora quien de esta manera se unió a la celebración por las más de tres décadas de vida del mercado rocanrolero.

Al mediodía pocos sabían quién era el invitado especial. En el cartel oficial se había anunciado la participación de Marco Delgado, Jauría, Next, Sumercé, Garrobos y Charly Montanna. Sólo faltaba conocer el nombre de la banda sorpresa. Poco a poco se descubrió cuál sería. Subió Lalo Chico y conectó su guitarra; Ramón Pérez se sentó a la batería; Charly acomodó su bajo y Wea hizo sonar la amónica. Era definitivo: El Tri era el invitado de honor. Todo se mantuvo en secreto, debido al poder de convocatoria de la agrupación liderada por el autor de Triste canción. De haberse anunciado su participación, hubieran resultado insuficientes el aforo y la seguridad.

Al terminar Que viva el rocanrol, el líder de El Tri se dirigió a la audiencia con su acostumbrada soltura: Quiero echar desmadre con la banda del Chopo y se arrancó con La encuerada de Avándaro, no sin antes aclarar que muchos de los presentes todavía eran espermas cuando él ya cantaba. Siguió una versión actualizada de Nuestros impuestos, que remata con: Calderón va a ser el ganón que los presentes ovacionaron ruidosamente.

El sonido del violín, ejecutado por Alejandro Álvarez sonó para que Alex Lora anunciara: Esta rolita es del maestro Rodrigo González y la asistencia, que ya había colmado el lugar, se convirtió en coro generalizado para entonar: Allá en la estación del Metro Balderas/ ahí quedó embarrada mi reputación.

Con las huellas del rocanrol en el rostro y la pasión de siempre, Lora continuó cantando, no sin antes pedir un aplauso por los 31 años de esfuerzo, principalmente el de la raza, que ha hecho que el Chopo llegue a esto, que se dice fácil: 31 años. Nuevamente, la banda siguió la voz de Alejandro para entonar el ADO: No me he podido consolar/ desde que mi novia me dejó/ no me consuela...

La siguiente canción fue Un sábado en el Chopo, compuesta recientemente en honor al tianguis. Las piedra rodantes fue también coreada por la mayoría.Otra vez, el gritante de El Tri se dirigió al público para pedir un aplauso para los chavitos que traen a sus papás al Chopo y para aclarar: Es un honor y orgullo venir a rocanrolear al Chopo. Remató entonces a viva voz: ¡Que vivan el Chopo y el rocanrol! Se quitó la guitarra e hizo la señal de adiós.

Los gritos de la banda lo hicieron regresar para que cantara Todo me sale mal. Al terminar, bajó del escenario y todavía se dio tiempo para posar para la foto del recuerdo con algunos fans y repartir autógrafos, hasta que sus asistentes lograron rescatarlo para llevárselo al Teatro Blanquita, donde tendría doble presentación por la noche y donde la noche anterior también tocó.

La fiesta continuó con Jauría, banda argentina que logró conectar al público nuevamente con rolas como El tren y Tosco. Al finalizar la tocada se partió el pastel por los 31 años del Tianguis del Chopo.