El gobierno capitalino cumplirá –como se pactó con las autoridades federales– con la reducción de basura enviada al relleno sanitario Bordo Poniente para diciembre próximo, fecha en la que también dejará de operar ese centro de recepción, al lograrse un acuerdo con la empresa Cementos Mexicanos (Cemex) a la que se entregarán los residuos sólidos con valor térmico, aseguró el secretario de Obras y Servicios, Fernando Aboitiz.

Tanto en su comparecencia ante el pleno de la Asamblea Legislativa como en un recorrido que efectuó previamente por la planta de composta, el funcionario detalló que se logró reducir de 12 mil 600 a 5 mil 785 toneladas la basura que se depositaba en ese relleno, gracias a que dejaron de ingresar ahí dos mil toneladas provenientes del estado de México, mil de cascajo, y 600 de las grandes empresas generadoras que la depositaban de manera ilegal.

Aunado a ello, dijo, se venderán a Cemex 4 mil toneladas, luego de que se concretó la firma de un convenio para que se aproveche la basura con valor térmico con su transformación en combustible alternativo. Con ello, agregó, terminaremos en cerca de mil toneladas, con un ahorro de alrededor de mil millones de pesos, suficientes para construir una línea de Metrobús.

Hoy, destacó el titular de Obras, estamos medio millón de toneladas debajo de las comprometidas, pero nuestra capacidad de separar la basura y entregarla homogénea será la diferencia de que dispongamos de más o menos cantidad de basura para la industria de la transformación, para que se lleven todo, sobre lo cual se logró un acuerdo con Cemex.

Más adelante resaltó que a la empresa que llevó a cabo tanto la rehabilitación del Circuito Interior como la construcción de la línea 2 del Metrobús, y próximamente el Arco Oriente de la autopista urbana de peaje, se le entregarán materiales con valor calórico, como hule, plásticos, caucho y llantas, pagándole 120 pesos por tonelada, contra 300 que significaría llevarla a otro relleno, precisó.

De no adoptarse esta medida de reducción continua, al gobierno capitalino le costaría mil 200 millones de pesos adicionales por año el manejo de la basura, pero ahora será de alrededor de 60 millones, equivalente a cinco por ciento, pues nos quedaríamos con mil toneladas, cuyo monto es más fácil de enviar a otro sitio de disposición final, afirmó.